José Luis Martínez-Almeida ha sufrido una brutal metamorfosis como político durante su estancia en la alcaldía de Madrid. El líder del PP en la ciudad de Madrid se ha visto obligado a endurecer su carácter y caparazón político ante los constantes ataques lanzados desde el sector comunista que domina la política española y que intenta ahogar cualquier opinión o idea que contradiga sus preceptos y dogmas.
El político popular ha crecido como azote del comunismo de Unidas Podemos y el Gobierno de Sánchez junto a Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid. A pesar de que en un principio no congeniaron mucho, el cambio de dirección en el Partido Popular a nivel nacional ha despertado también un cambio de tendencia en las relaciones entre alcalde de la capital y presidenta de la Comunidad de Madrid, que forman hoy por hoy uno de los dúos políticos más temidos por todo el comunismo español.
En especial por Unidas Podemos, su principal objetivo. Durante mayo de 2020, se produjeron diversas protestas en el barrio de Salamanca, Madrid. Los habitantes de la aquella exclusiva zona solicitaban el fin del confinamiento por fases y exigían la restauración del derecho de libre circulación que Sánchez había suspendido sibilinamente gracias al estado de alarma que había declarado y prorrogado hasta en dos ocasiones durante los momentos más duros de la pandemia de COVID-19.
Esta 'rebelión' del barrio de Salamanca provocó la risa de Pablo Echenique, uno de los máximos dirigentes de Unidas Podemos en aquel entonces. El político de la formación morada señaló que el Gobierno debía actuar contra aquellos "cayetanos de la clase alta" que se manifestaban, poniendo "en peligro" a la población por "saltarse las normas" sanitarias sobre restricción de movilidad que había fijado el Gobierno.
Echenique cerraba con unas polémicas declaraciones que provocaban el hastío de Martínez-Almeida y le obligaban a actuar: "Por muy ridículas que sean las manifestaciones de la clase alta, golpeando señales de tráfico con palos de golf y cucharas de plata, la cosa es seria. Una minoría privilegiada no puede saltarse las normas y ponernos en peligro a todos. Las autoridades deben actuar". Pero las ofensas de Echenique no quedaron ahí, y la respuesta de Almeida no se hizo esperar.
El miembro de Unidas Podemos señaló que José Luis Martínez-Almeida era el "alcalde de los ricos", que solo se preocupaba por quienes vivían en el barrio de Salamanca y dejaba de lado a los madrileños de otros barrios y distritos menos favorecidos. En el siguiente acto público que tenía el alcalde de Madrid, muy solicitado en aquellos días debido a la emergencia sanitaria provocada por la pandemia de COVID-19 que todavía seguimos sufriendo a día de hoy, Martínez-Almeida le envió un 'recado' al político comunista de Unidas Podemos que incendió las redes sociales y señaló directamente la hipocresía de los integrantes de la formación morada.
"Desconocía que Pablo Echenique me votara, porque como vive en el barrio de Salamanca, supongo que será de los ricos que me vote". Ironizando más allá y destruyendo por completo al político de Unidas Podemos, Almeida no se quedó callado: "Agradezco la confianza entonces que Pablo Echenique depositó en mí en las últimas elecciones municipales y espero no haberle defraudado. En todo caso, creo que quien siga la trayectoria y las declaraciones de Pablo Echenique sabe perfectamente que es una persona que en estos momentos no aporta, que en estos momentos no construye en la sociedad, que en estos momentos no es capaz de tener ninguna capacidad de diálogo, de consenso ni de acuerdo. Por tanto, yo, desde luego, de las personas que no aportan en este momento, trato de prescindir y no hacer declaraciones, pero le agradezco que sea de los ricos que me haya votado por vivir en el barrio de Salamanca".
El impactante efecto de la brutal respuesta de Martínez-Almeida provocó la enardecida defensa de Pablo Echenique, que no tuvo más remedio que ocupar varios mensajes en la red social Twitter con el objetivo de intentar defenderse y salvar la cara de un encuentro y cruce con el alcalde de Madrid del que marchaba realmente tocado y hundido, expuesto ante la opinión pública española como el comunista adepto a la crítica sin sentido común.