Alfonso Ussía le dedica un hilarante poema al 'ministro' Pablo Iglesias

Alfonso Ussía se burla de las súplicas ministeriales de Pablo Iglesias a Pedro Sánchez con un divertido poema

13 de Junio de 2019
Alfonso Ussía le dedica un hilarante poema al 'ministro' Pablo Iglesias
Alfonso Ussía le dedica un hilarante poema al 'ministro' Pablo Iglesias

Las peticiones de ‘El Coletas’ a Pedro Sánchez en cuestión de ministerios han provocado que Alfonso Ussía se marque en La Razón un romance cachondeándose a lo grande del líder de Unidas Podemos.

A continuación reproducimos el hilarante poema en el que Ussía habla de las grandes aspiraciones de poder del comunista y ‘Marqués de Galapagar’.

Mira, Irene, la verdad
Sin tapujos ni remilgos
Es que la gente me importa
Bastante menos que un pito.
Yo sólo aspiro a que Sánchez
Me nombre, de algo, ministro,
Que es la ilusión de mi vida
Desde mis años de niño.
Cuando yo era muy pequeño
Soñaba que mi destino
Era llevar por el asa
La cartera de un ministro,
Como si fuera Solís,
Manuel Arburúa, Pío,
López-Rodó, López Bravo
O Fraga, o Silva o el mismo
Cotorruelo Sendagorta
Que fue un ministro muy efímero.
Un ministro de los de antes
Y que mandaban muchísimo,
Con chófer uniformado
Siempre dispuesto al servicio,
En coche del PMM
Y billetes gratuitos En Iberia, Aviaco, y Renfe
Con reserva de buen sitio.

Don Pablo quiere compartir los lujos con Irene Montero

Tú, Irene, siempre vendrías
A cualquier viaje conmigo,
De gorra, como pareja,
Mi amor, del excelentísimo
Ministro don Pablo Iglesias,
Que suena súper bonito,
Que suena bello y rotundo,
Que suena… como los trinos
De un ruiseñor empeñado
A fuerza del píopío
En conquistar a la hembra
Que habita en árbol distinto.
Estoy harto de la gente,
De sus desaires continuos,
De sus chismes por la espalda,
De sus murmullos dañinos,
Que si el chalé, que la herencia,
Que al vino pan y al pan, vino,
Que la Salus Infirmorum
Que atiende y cuida a los niños
Por las noches, permitiendo
Que durmamos más tranquilos,
Aunque nos cobre cien euros
Por sesión, como a los pijos.

Los aires de nuevo rico del líder podemita

El día menos pensado,
Irene mía, cariño,
Compañera y portavoza,
Lo mando todo al mismísimo
Carajo, y me quedo sólo
Con mi cargo de ministro,
Que le gente es muy envidiosa
Desde que somos más ricos
Que el resto de los pringados
De «Podemos No Pudimos».
¿Cómo pretende esa gente
Que crea en el comunismo,
Con un chalé en La Navata,
Con un jardín preciosísimo,
Entre corzos, entre gamos,
Entre ciervos y cochinos,
La oropéndola en el álamo,
El verderón en el tilo,
La torcaz guardando el roble,
Y la alondra entre los pinos?
¿Cómo puede ser el pueblo
Tan sumamente cretino?
Con nuestra piscina azul,
Con nuestro césped divino
Que parece un ‘green’ de golf…
¿Qué se ha creído el gentío?

Las ansias de poder del comunista Iglesias

Sólo me falta, mi niña
Portavoza, ser ministro,
Y creo que tengo a Sánchez
Por los cojines cogido,
Y de aquí a muy pocos días
–en su palabra confío–,
Me llamará a su despacho,
Me abrazará con cariño,
Y me dirá sin celajes:
–Pablo, te nombro ministro
De Trabajo, de Exteriores,
E Información y Turismo–.
¡Tres carteras, tronca mía!
Mi sueño se habrá cumplido,
Y tú estarás a mi lado
Con el más caro vestido
Para acudir a La Granja
A la fiesta del Caudillo
Que vamos a trasladar
Del Valle de los Caídos.
Ya se lo dije a mi madre
Cuando era muy pequeñito
Y aún no tenía coletas:
–Mamá, quiero ser ministro–.