La isla balear de Menorca se ha convertido en uno de los paraísos veraniegos favoritos de los españoles.
Sus numerosas calas de agua cristalina hacen que cada vez sean más las personas que elijen la isla como destino vacacional.
La peligrosa moda
El acceso a las calas y playas de Menorca en ocasiones puede ser complicado e incluso puede llevar hasta 50 minutos de caminata para pasar un día en la playa.
Por eso, muchos deciden alquilar embarcaciones para disfrutar de un día en alta mar sin los excesos de personas en la orillas de las playas o calitas.
Sin embargo, hacerse con una embarcación puede traer algún que otro problema y acarrear graves consecuencias.
Los accidentes están a la orden del día en la isla y el más sonado tuvo lugar la semana pasada cuando unos usuarios con la mínima experiencia se hicieron un selfie en el mismo lado del bote por lo que acabaron volcando y la embarcación acabó en el fondo del mar.
El Cierre digital señala que son muchas las empresas solicitan algo de experiencia y licencia de conducción de embarcaciones pero la alta demanda ha hecho que algunas empresas obvien este paso y aprovechen la no regulación del sector para aumentar su facturación.
Los precios oscilan entre los 160 y 350 euros por entre 4 y 8 horas de media dependiendo también de varios factores como si se incluye la gasolina o desde la cala que se salga.
Hasta 15 caballos pueden tener las embarcaciones que se alquilen a personas sin licencia aunque expertos aseguran que sigue siendo peligroso alquilar este tipo de barcas a personas sin experiencia ni conocimiento.
"Cansados de tener que prestar servicios de rescate de embarcaciones hundidas o recibir golpes porque no fondean bien", explica José, propietario de una empresa de alquiler.
Además, la masificación de este tipo de naves hace que el paisaje quede de lo más distorsionado porque por ejemplo en Cala Galdana se pueden acumular entre 35 y 40 lanchas conducidas por personas sin licencia.
Desde que estrenásemos el verano, han sido 17 hundimientos los que se han contado en la isla y esto podría suponer una pérdida importante para las empresas y también podría suponer un problema para el medioambiento pues muchos se quejan de que el fondo del mar cada vez tiene más embarcaciones.