La pequeña Madeleine McCann, de apenas cuatro años de edad, desaparecía en extrañas circunstancias el 3 de mayo de 2007 en Praia da Luz, Portugal, convirtiéndose rápidamente en uno de los casos más mediáticos del momento.
Un caso que pronto ponía el punto de mira sobre los propios padres de la menor, con un testimonio plagado de datos sospechosos para los investigadores. Sin embargo, hace apenas unos meses, una nueva hipótesis cobraba cada vez más fuerza: la de que la pequeña tuviera la mala suerte de cruzarse en el camino de Christian Brueckner, un peligroso pederasta y violador alemán que, actualmente, cumple condena por haber llevado a cabo una agresión sexual en el mismo sitio donde fue vista por última vez la menor.
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Pederasta que se ha convertido en el principal culpable del caso de desaparición de Madeleine según las autoridades alemanas, que contemplan, con absoluta certeza, que el pederasta asesinó a la pequeña en 2007.
"Estamos seguros de que tenemos al hombre que la secuestró y mató. Sabemos al 100% que es Christian Brueckner" ha asegeurado el fiscal aleman Hans Christian Wolters en el diario 'The Mirror'.
Scotland Yard confía en que Madeleine sigue con vida
A pesar de la seguridad con la que los fiscales alemanes han destacado que el violador asesinó a la pequeña Madeleine en 2007, asegurando que tienen pruebas del asesinato de la pequeña en Portugal, los investigadores británicos no concuerdan en su hipótesis con las autoridades alemanas.
Así pues, la unidad de Scotland Yard dedicada a investigar la desaparición de la menor inglesa sigue trabajando sobre la posibilidad de que la pequeña McCann, que actualmente tendría 18 años de edad, siga viva.
"La Operación Grange de la Policía Metropolitana todavía está ejecutando esto como la investigación de una persona desaparecida" ha asegurado una fuente de Scotland Yard al diario británico 'Daily Mail'.
Un "pensamiento más abierto" que también mantienen los padres de la pequeña, Kate y Gerry McCann, que siguen aferrándose a la posibilidad de recuperar con vida a su hija, aunque han confesado que, sea cual sea el final, esperan poder saber pronto qué sucedió con Madeleine hace ya catorce años.