La crisis del coronavirus, que ha azotado brutalmente a España, no ha conseguido acabar con las premisas independentistas en Cataluña.
Ni siquiera en los peores momentos de la pandemia cuando, aunque los radicales sí se apartaron de las calles, los líderes secesionistas continuaron con sus afirmaciones de "España nos mata".
Ahora, cuando parece que la crisis sanitaria está controlada por la Sanidad española, la amenaza de nuevas revueltas radicales nacionalistas vuelve a las calles catalanas.
"Volverán a la carga" ha asegurado el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández, en una entrevista con e-noticies.
Un regreso de los independentistas que, para el popular, sólo tiene una salida: conseguir que los independentistas pierdan poder dentro del Govern, ya que mantendrán su desafio independentista "mientras siga teniendo los instrumentos del gobierno autonómico".
"No hay una maldición bíblica"
Fernández contempla la posibilidad de la formación de un "gobierno no nacionalista" como la única salida de Cataluña del movimiento secesionista de Puigdemont y Torra, que les compara con la "ultraderecha de Flandes".
"No hay una maldición bíblica que nos diga que tengamos que aguantar a los nacionalistas eternamente" ha señalado el popular en la entrevista.
Y es que los números lo confirman: el movimiento independentista "no tiene una mayoría social indiscutible".
"Nunca ha habido un sentimiento mayoritario a favor de la indepedencia" ha indicado Fernández, recordando que en las últimas elecciones catalanas, los partidos contrarios a la independencia se quedaron a dos escaños de sumar mayoría. (Junqueras no tolera que Sánchez le ponga los cuernos con Ciudadanos y le obliga a elegir)
Eso sí, el popular lamenta que lo único que ha conseguido el independentismo de la Generalitat sea haber "destruido la convivencia para una o dos generaciones".