Alejandro Amenábar enamoró profesionalmente a Paolo Vasile y Mediaset le produjo 'Ágora', que decepcionó, y 'Regresion', que no logró el taquillazo que esperaba. Es por ello que el realizador vasco ha tenido que poner su talento a otra empresa, Movistar.
La teleco produce 'Mientras dure la guerra', película ambientada en la Guerra Civil que pretende huir de la polarización clásica para buscar una especie de 'tercera vía', tipo Manuel Chaves Nogales. La película se basa en los últimos días de Miguel de Unamuno.
La cinta se ha estrenado en el Festival de San Sebastián y el crítico Francesc Miró dice en El Diario que la película es "un elogio de Amenábar a la equidistancia intelectual que ni vence ni convence".
Porque "sufre una grave contradicción que descoloca por su falta de tacto. Intenta convencer al espectador de que debe pensar por sí mismo, y no dejarse llevar por discursos fáciles por polarizada y politizada que esté la situación a su alrededor".
El origen del film
Amenábar explicó en la SER que el origen de la película es que se enteró hace solo tres años de la célebre anécdota de Unamuno en la Universidad de Salamanca, pleno otoño del 36, cuando chocó con Millán Astray y le dijo el famoso "venceréis pero no convenceréis".
El cineasta dice en El Mundo que "Franco todavía está muy presente". Hermann Tertsch le ha contestado en las redes: "Amenábar no tiene ni puta idea de qué fue el franquismo. Y toda su película se basa en una mentira de propaganda de la izquierda que ya ha sido rotundamente desmentida. Unamuno se quedó con Franco porque a quienes tenía miedo era a los asesinos del otro lado".