Raquel Mosquera llegaba al plató de Viva la Vida dispuesta a desmentir todas las afirmaciones que Rocío Carrasco ha realizado recientemente contra su padre, Pedro Carrasco, al que acusó, entre otras cosas, de haberla golpeado cuando se enteró de que estaba embarazada de Antonio David.
Palabras que han molestado profundamente a la viuda del boxeador, que ha asegurado que Carrasco "no habría matado ni a una mosca" y que tanto sus familiares como sus amigos conocían su buen fondo.
Afirmaciones ante las que ha intervenido Alejandra Rubio, intentando defender a Rocío Carrasco, íntima amiga de su madre, de las acusaciones manifiestas de Mosquera, llegando a asegurar que, si el boxeador estuviera vivo, no habría discrepancia que hiciera que padre e hija no se hablaran.
"Si Pedro Carrasco estuviera aquí, se aclararían muchas cosas, y se sabría la verdad. Arreglaría las cosas con su hija, porque es su hija" aseguraba la hija de Terelu Campos, en un alarde de que el amor familiar puede con todo.
Guarda silencio... y deja en evidencia a Rociíto
Sin embargo, en el propio vídeo de su intervención, se puede ver cómo la propia Alejandra Rubio se da cuenta de que sus palabras están metiendo en un serio apuro a Rociíto, y decide callarse antes de que la dejen en evidencia a ella misma.
Y es que, si bien el amor familiar es capaz de perdonarlo todo... ese amor familiar, que haría que se recoinciliasen Pedro Carrasco y Rociíto, no ha sido suficiente para que la hija de la más grande intente volver a contactar con su hija, Rocío Flores, a quien llegó a denunciar por malos tratos cuando apenas era una adolescente.
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'Metedura de pata' que la hija de Terelu Campos intenta solucionar poco después, eso sí, con poco éxito: "ha mentido porque tú lo dices [...] tu verdad es otra. ¿Por qué yo no tengo derecho a creer lo que dice Rocío? ¿Después de todas las barbaridades...?" afirma Alejandra Rubio.
Palabras con las que demuestra, no sólo su falta de experiencia en la televisión, sino también que, tras las palabras de Raquel Mosquerea, la versión de Rocío Carrasco apenas se sostiene, quedando en un 'empate técnico' en una lucha sin fin de acusaciones y 'versiones' de unos hechos de los que será difícil conocer la verdad.