La hija de Terelu Campos, Alejandra Rubio se ha convertido en un auténtico personaje televisivo.
Lejos queda ya esa imagen de aquella niña desconocida e inocente que empezaba asomar la cabeza en algunos programas y entrevistas, para convertirse en una colaboradora más.
Alejandra Rubio tiene vendida gran parte de su vida personal, no solamente hace de colaboradora comentando la actualidad social de los personajes del corazón de los cuales se hablan en programas en los que ella colabora como Fiesta.
Alejandra también da actualidad y el público cada vez se va interesando más y más por la vida de la joven.
Todo un personaje televisivo
En un principio, ese no era el futuro que su madre quería para ella, Terelu Campos deseaba que su hija estudiase y se dedicara a otra cosa que no tuviera que ver con la televisión. Como hemos visto, no lo ha conseguido.
Alejandra ha demostrado que le encanta su vida televisiva y que está dispuesta a seguir trabajando en ella.
No le ha importado enfrentarse a su tía Carmen Borrego por fama ni, vender minucias acerca de su relación con ella como cuando se pelearon, entre otras veces, por la supuesta traición que su tía ejerció contra ella (Kiko Hernández desvelaba que Carmen Borrego había contado intimidades de Alejandra Rubio a Gustavo, el chófer de su familia) y la decepción que había vivido. Ahora no nos cabe duda que se atrevería a cualquier cosa.
De hecho, una de sus últimas jugadas ha sido dejar a su pareja para continuar en televisión. Su relación era incompatible con la vida que estaba llevando de exposición pública y platós televisivos.
Ella misma ha contado que tras un año y medio de relación he decidido poner fin a su noviazgo con Carlos Agüero por diferencias de vida entre la pareja. Al parecer, a su chico no le gustaba que Alejandra fuese un personaje público, algo a lo que a ella no está dispuesta a renunciar.