Conocido como uno de los "robos del siglo", este robo pasó a la historia por su complejidad en entenderlo y la premeditación con la que se hizo. Nada estaba fuera de sus casillas y todo seguía un plan fantástico. Hacía carrera para convertirse en un robo perfecto, pero como la mayoría de estos acabaron siendo descubiertos por un error infantil. Para ello la preparación no fue sencilla. Ninguno de los involucrados cesó de sus funciones hasta cuadrar todo a las mil maravillas.
Al mando de las operaciones, nos encontrábamos con un líder un genio: Albert Spaggiari. Conocido por su entorno como “Bertito”, fue un ladrón de guante blaco francés. En su "currículum" también destaca su participación en organizaciones criminales como la Organización del Ejército Secreto (OAS).
Este ya había pasado por la cárcel. Conocía los submundos y tuberías del estado galo, por eso quería venganza. Esta la encontró en la ciudad de Niza. Allí perpetraría el mayor golpe al Banco General de la ciudad. Su coartada y tapadera eran de las más estudiadas de todos los tiempos. El tipo abrió un estudio fotográfico, con la ilusión de ganarse la vida de esa manera, por si las cosas le iban mal. Pero lejos de aquello, descubrió algo que le quitaría el sueño durante meses.
Como un auténtico curioso, descubrió que el sistema del alcantarillado pasaba cerca del Banco Société Générale de Niza. Durante dos meses y casi diez horas de jornada completa, trabajó con el propósito para derrocar al sistema y acceder al banco para hacer historia.
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