A pesar de que,ante los medios de comunicación, y en la propaganda sobre su Consell per la República, Carles Puigdemont siga asegurando que es fiel a la causa independentista catalana, y que volverá a España a liderar el secesionismo en cuanto acabe la 'persecución política' que sufre por parte del Gobierno español, lo cierto es que el independentista está muy a gusto en su refugio de Waterloo.
Un refugio en el que no sólo sabe que no será detenido, sino también un lugar en el que finge seguir siendo fiel a la causa secesionista a través de su propia institución, el Consell, mientras se llena los bolsillos gracias a los pagos de unos pocos ignorantes que siguen creyendo las palabras del fugado, a pesar de todos los hechos que pesan en su contra, entre los que se incluye la bochornosa huída en un maletero cuando fracasó el procés de 2017.
Situación que ahora ha analizado Albert Soler en una entrevista con e-noticies, en la que el famoso periodista constitucionalista no ha dudado en tildar a Puigdemont como lo que es: un auténtico cobarde.
"Es un gallina" ha asegurado Soler "Ha dado amplias muestras de que la valentía no es una de sus virtudes, no nos engañemos" ha añadido, visiblemente divertido ante la situación "que un funcionario le ponga una multa ya le asusta".
Una realidad ante la que Soler sólo contempla una posibilidad para que el fugado regresea España: "si vuelve, debe ser con un juramento de toda la magistratura española de que le dejarán en paz".
Racistas, xenófobos y clasistas
Una evidente caída en desgracia del ex president de la Generalitat que, tanto por las pruebas como por las palabras de Soler, se puede ampliar hasta el conjunto del nacionalismo independentista catalán, que atraviesa sus peores momentos, como de músculo político como de apoyo social.
Y es que pocos son los que siguen defendiendo a día de hoy el secesionismo, los cuales pueden ser divididos en dos grupos, tal y como ha destacado el periodista: los que ganan dinero con ello, y los que siguen engañados por las promesas imposibles del independentismo.
"A quienes lo hacen porque viven bien y queren seguir cobrando bien todavia les entiendo"ha señalado el periodista "a los que no entiendo son los que no cobran, y encima pagan. Se están riendo de ellos desde hace seis o siete años. Si les rascas un poco, sale su racismo, su xenofobia, y clasismo incluso".