Dicen que a los Pitbulls no les gustan los gatos, pero a Ozzy, le chiflan.
En casa convive con un gato enorme y muy gruñon, Norm, no le hace ni caso, solo le gruñe.
Cuado su familia llega a casa con una gatita embarazada, Ozzy se vuelve loco de algria.
Nacen 5 preciosos gatitos y Ozzy no les pierde de vista ni un minuto.
Cuando tuvieron la edad suficiente, dieron en adopción a cuatro de los gatitos y el otro se quedó con la familia y sobre todo con Ozzy.