El vicepresidente Pere Aragonès, la consejera de la Presidencia, Meritxell Budó; y el consejero de Interior, Miguel Samper se han reunido con alcaldes y alcaldesas para hablar de los disturbios de las últimas semanas en Cataluña.
El director general de la Policía, Pere Ferrer, y el Mayor de los Mossos, Josep Lluís Trapero, también han participado desde una sala en las que había colgadas dos fotografías: una de Puigdemont y otra de Torra.
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En la fotografía se puede ver como los dos expresidentes de la Generalitat (uno fugado y otro inhabilitado por la justicia) presiden la sala en la que se encontraban los líderes de la Policía y los Mossos.
Esta escena recuerda a la de la dictadura franquista. En aquellos años, los colegios ponían un retrato de Francisco Franco en todas las aulas para que los niños le tuviesen presente todos los días.
¿Dónde se ha escondido Torra? ¿Se avergüenza de él el partido de Puigdemont?
Estos dos retratos recuerdan a décadas atrás, cuando España se encontraba en una dictadura liderada por Francisco Franco. En Cataluña, sus 'líderes' son Carles Puigdemont y Quim Torra.
La imagen no ha pasado desapercibida en las redes sociales. Han sido muchos los que han encontrado parecidos con la dictadura franquista por la que atravesó España hace ya muchos años.
El comunicado del Govern tras la reunión
"Todos los asistentes que han intervenido han valorado positivamente el encuentro, para compartir el análisis de la situación actual, manifestar la unidad institucional existente y la coordinación a nivel operativo entre los cuerpos policiales y la necesidad de aislar a la minoría violenta que ha actuado en varias ciudades del país", ha dicho el Govern en un comunicado.
"En este sentido, se ha sucedido las intervenciones que manifestaban que nada tienen que ver los manifestantes pacíficos, la inmensa mayoría, con grupos minoritarios muy violentos que han causado estragos y han realizado ataques directos a la policía", ha señalado.
Hay que recordar que violentos y radicales salen cada noche a las calles de varias ciudades catalanas para protestar por la detención y entrada en prisión del rapero Pablo Hasél.