Zinedine Zidane está en el punto de mira después de la eliminatoria de Liga de Campeones perdida ante el Manchester City. No ya por la derrota, sino por el planteamiento y por no saber leer el partido. Guardiola le ganó la batalla y eso es algo que no ha gustado nada en la cúpula del Real Madrid.
Por este motivo, el club blanco no descarta buscar un sustituto para Zizou. Y ya tiene en la recámara una opción, el alemán Julian Nagelsmann. Actual entrenador del Leipzig, ha concedido una entrevista a Marca en la que ha confesado que ya pudo fichar por el Real Madrid el pasado año 2018. Al final, llegó Lopetegui.
Ojo: ya hay tres ofertas para que Vinicius Júnior se vaya del Real Madrid
"Mantuvimos llamadas telefónicas, pero al final el que decidí fui yo. Creía que todavía no era el paso correcto ir al Real Madrid", asegura Nagelsmann, que con solo 33 años ya es todo un veterano en los banquillos.
"Yo era uno de los candidatos y la lista no era muy extensa. Para mí, fue muy importante. Tuve una buena charla con José Ángel Sánchez y decidimos que todavía no era el paso correcto. Acordamos que podíamos volver a hablar en un futuro si el Real Madrid necesitaba un entrenador... y yo estaba disponible", explica. ¿Un guiño de cara a la próxima temporada?
¿Por qué Nagelsmann gusta al Real Madrid?
Lo cierto es que Nagelsmann figura en la lista de candidatos del Real Madrid para el futuro, una vez que Zidane vuelva a dejar el banquillo, sea por destitución o por dimisión.
El alemán tiene algo que gusta mucho a Florentino, y es que no es para nada inmovilista. Una virtud que no demostró Zizou en el Etihad Stadium, haciendo los cambios tarde y mal y no leyendo bien la eliminatoria.
Las tres alternativas que maneja Florentino Pérez por si Zidane se va
Nagelsmann, en cambio, se define como un técnico que sabe participar en los partidos: "Yo creo que mi mayor virtud es intervenir en los partidos: cambiar cosas, percibir detalles... y reaccionar rápidamente para conseguir que el desarrollo del partido vaya en la dirección que queremos. Ésa es mi mayor virtud: creo que tengo una buena dirección de campo durante los partidos", cuenta.
"Percibo cosas, a pesar de la tensión emocional y física, para saber que algo va bien o que no funciona. No tengo miedo de adaptar cosas a los encuentros. Las variaciones también las entrenamos, naturalmente, y también exijo a los jugadores que no se agarren extremadamente a las órdenes básicas del plan inicial. Deben adaptarse a diferentes órdenes de reparto de espacios durante el choque cuando algo no funciona", concluye.
¿Será suficiente como para convertirse en el futuro nuevo entrenador del Real Madrid?