Los datos de Contabilidad Nacional adelantada publicados este viernes por el Instituto Nacional de Estadística (INE) han vuelto a dejar mal parado al Gobierno de Pedro Sánchez. Las previsiones económicas del presidente para el final del 2021 chocan de lleno con una realidad que se ha convertido en la gran cuenta pendiente del hombre del PSOE al frente de la Moncloa.
Y es que pese a conseguir un crecimiento del 5% en las finanzas del país durante los últimos 12 meses, la económica española sigue por debajo de las expectativas del Gobierno central. 1,5 puntos separan los datos publicados por el INE de las previsiones que se habían hecho el año pasado para el ejercicio del 2021.
Ómicron tiene su cuota de responsabilidad en esto por supuesto, pues la llegada de una nueva ola ha derivado en un avance del PIB de un 2% a lo largo del cuarto semestre del 2021. El balance estudiado desde el pasado 31 de diciembre no miente y deja en evidencia la gran cuenta pendiente del Ejecutivo desde que Pedro Sánchez tomase el mando.
Ni siquiera el haber disminuido su apuesta en relación a los pasados ejercicios jugó a favor del Gobierno. Se pasó de una previsión del 7,2% y el 9,8% a un 6,5% que si bien supone el mayor avance en 21 años, ha vuelto a mostrar las falencias en los cálculos de la Moncloa en el último tiempo.
El sector del turismo, el más afectado
España vive de abrir sus puertas al extranjero y eso lo sabemos todos. Desde el Gobierno se esperaban grandes resultados en un sector que durante todo el 2020 vivó una histórica caída gracias a la llegada de la pandemia. Los resultados no serán dramáticos, pero ni mucho menos han supuesto la recuperación con la que se contaba en el Ejecutivo.
Apenas un 4,5% creció el sector más importante y determinante de la economía española. Pese a la recuperación en materia de empleo y las normativas aprobadas en el Congreso para potenciar el turismo, las distintas olas de Covid-19 siguen afectando al este como a ningún rubro en nuestro país.
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La campaña turística afectada por la pandemia en verano, la crisis de suministros, la alta inflación, los elevados precios de la energía y al menor impacto de los fondos europeos por la infraejecución se unieron a la llegada de Ómicron para afectar el balance del último trimestre del año.
El Gobierno de Pedro Sánchez ya sabe cuáles son realmente sus números y si bien hay quienes como la vicepresidenta Nadia Calviño hablan de pronósticos “prudentes”, la realidad es que desde el seno del Ejecutivo siguen encontrando en la economía su talón de Aquiles. Un crecimiento menor al esperado, el último ‘palo’ que se llevan en la Moncloa.