El partido entre el CF Infantes y el Atlético Pedro Muñoz, disputado en el campo de San Miguel» de Villanueva de los Infantes y perteneciente a la jornada 12 del grupo II de Primera Autonómica dejó una de las imágenes más vergonzosas.
El árbitro Antonio José Rosado Montero, y sus dos auxiliares, José Manuel Treviño y David Campos, fueron agredidos por la afición local.
Los colegiados del encuentro anularon un gol al Infantes en los últimos minutos del choque disputado el pasado sábado que hubiese supuesto el empate a dos.
"El gol estuvo bien anulado, porque había varios futbolistas del Infantes en claro fuera de juego. El problema fue que el línea inicialmente corrió al centro del campo, pero cuando el árbitro habló con el línea por el pinganillo decidió anularlo porque, insisto, el fuera de juego era clarísimo", ha explicado el presidente del Atlético Pedro Muñoz, Sergio Bravo, a Lanza Digital.
Según su relato, hubo una "invasión de campo, insultos de todo tipo, patadas y empujones a los dos auxiliares y la formación de un embudo de personas en torno a la boca de vestuario, donde no había valla de separación con el público".
"Entre los que empujaban se encontraba algún directivo del Infantes y el peor momento fue cuando vimos que un línea cayó al suelo, pero por suerte pudieron ganar el vestuario y permanecer allí hasta que llegó la Guardia Civil, a la que yo me encargué de avisar", ha añadido.
Hospital de Tomelloso
Tras el encuentro, el árbitro y los dos linieres acudieron al hospital de Tomelloso y, posteriormente, denunciaron los hechos a la Guardia Civil.
El equipo local lamentó los acontecimientos en Twitter. "Derrota en casa con un C.F. Infantes que se dejó la piel y no pudo puntuar tras un vergonzoso final de partido. Esperamos que esto no se vuelva a repetir en ninguna circunstancia".