Muy pronto se ha visto hundido el gobierno en las cloacas del Estado, ese comodín que usaban cuando necesitaban para atacar a los anteriores gobiernos.
El presidente y consejero delegado de AENA, Maurici Lucena, no quiere entregar las cintas de las cámaras de vigilancia del aeropuerto de Barajas. Por si había la más mínima duda, este hecho confirma que Ábalos y Delcy se reunieron.
Lucena habría recibido peticiones formales, mediante requerimiento notarial, para que entregue todas las cintas y no las destruya, algo que hace templar el PSOE.
Pero Maurici Lucena, que es un amiguete de Pedro Sánchez y Miquel Iceta, se hace el sueco. No contesta a las peticiones ni entrega las cintas. Sabe que estaría comprometiendo al nuevo gobierno.
El presidente de AENA, más que seguramente colocado a dedazo, fue en su día el número dos de Iceta. También fue miembro del Comité de Expertos que ayudó a Sánchez ha llegar al poder en 2015.
Sin respuesta
“Ni siquiera ha contestado” afirman las fuentes del PP, los primeros en hacer el requerimiento. La realidad es que un alto cargo, que está obligado por la Ley de Transparencia, y el simple hecho de ser de interés público, se está negando a colaborar.
A esa reunión, negada por Ábalos en primer momento, ahora se le suma el coche oficial y las maletas. Al parecer, un vehículo con distintivo diplomático cargó hasta 40 maletas del avión de la narcodictadora Delcy y las llevó a la embajada venezolana sin pasar ningún tipo de control.
¿Por qué se niega Lucena a entregar las grabaciones? ¿Se estaría el ministro “zumbando” a Delcy realmente? ("Ábalos se 'zumbó' a Delcy Rodríguez en los lavabos y esperan gemelos")