La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha enviado una carta al presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Junker; del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, y del Consejo Europeo, Donald Tusk, para mostrar su preocupación por el juicio del 1-O contra los políticos que impulsaron el referéndum ilegal en Cataluña.
"Representa el fracaso de la política, entendida como un espacio de diálogo y de negociación, y la delegación de la solución de un problema eminentemente político a instancias judiciales”, asegura la alcaldesa podemita, metiéndose en un ‘charco’. (Los indepes vuelven a mostrar su 'democracia': ¡¡A hostias en un acto de VOX!!).
El juicio del 1-O no acabará con el problema en Cataluña, según Ada Colau
En la misiva enviada este viernes, a la que ha tenido acceso Europa Press, ha alertado de que, si este juicio acaba en sentencias condenatorias, difícilmente servirá para reconducir el problema, reforzará la polarización, y no servirá para construir una salida negociada.
También ha asegurado que la extrema derecha española utiliza el juicio "como altavoz para difundir su ideario de odio y obtener réditos electorales”. La primera edil ha subrayado que la prisión provisional de los líderes soberanistas supone "una vulneración de los derechos de las personas encausadas a preparar una defensa efectiva, y que los delitos que se imputan son desproporcionados", y ha aprovechado para remitir la Declaración Institucional aprobada en el consistorio en la que se exigía un juicio justo e imparcial. (El descerebrado Torra, a su bola con la autodeterminación: "No nos rendiremos nunca").
También ha informado que el 20 de febrero ha invitado a un grupo de miembros del Parlamento Europeo a hacer un seguimiento del juicio en Madrid, y finaliza su carta recordando que las consecuencias de este juicio son de interés para el conjunto de las instituciones europeas.
Ada Colau intenta meter a Europa en el juicio del 1-O
En este sentido, Colau ha insistido en que el juicio del procés afecta a estas instituciones en lo que concierne a su estabilidad política --en un momento de "auge del populismo xenófobo"-- y por el pleno reconocimiento de los derechos humanos y las libertades democráticas que han permitido la construcción de la Unión Europea, según ella. (ERC se va de gira por el mundo para expandir su evangelio antiespañol).