Al cumplirse 90 días tras las elecciones del 14 de febrero, Junts per Catalunya y ERC han anunciado que durante el fin de semana, ha conseguido cerrar un "preacuerdo" que conseguirá poner en marcha un Govern de coalición con ambas fuerzas,
La decisión, anunciada esta mañana de lunes, será explicada durante esta jornada a las respectivas Ejecutivas, estando planeado que los dos líderes de las formaciones, Jordi Sánchez y Pere Aragonès respectivaemente, comparezcan ante la prensa poco después.
"El objetivo no es otro que servir al país, gobernar para todo el mundo y poder avanzar a la independencia de Cataluña" señala la nota de prensa enviada conjuntamente por ambos partidos.
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Un 'preacuerdo' que llega tras los rumores sque apuntaban a una ruptura total entre ambos partidos independentistas, llegando los republicanos a amenazar con proponer un gobierno en solitario ante el bloqueo de JxCar. Bloqueo que ha tardado casi tres meses en solucionar,provocando un retraso sobre el que los partidos no han tenido más remedio que disculparse ante la ciudadanía.
"Nos comprometimos a construir un Gobierno que busque reconstruir la confianza con la ciudadanía de Cataluña" asegura el documento publicado.
Los independentistas evitan así la celebración de unas nuevas elecciones
Apenas 9 días separan a Cataluña de la fecha límite para celebrar un pleno de investidura. Una carrera a contrarreloj que ha hecho que los principales partidos independentistas abandonen sus diferencias, y evitar así una nueva celeboración de comicios en Cataluña.
Y es que, a pesr de que JxCat y ERC se han acusado mutuamente de buscar unas segundas elecciones, la verdad es que ambos partidos temen la llegada de unos nuevos comicios, que podrían acabar con el 52% de votos que ostentan ahora mismo en coalición las dos fuerzas indepedentistas.
Una pérdida de confianza y de votos que ya ha sido planteada por los primeros sondeos realizados ante la crisis parlamentaria de Cataluña. reflejando que el PSC de Salvador Illa volvería a ganar las eleccioes, con una subida fuerte de votos, que complicarían la continuidad del independentismo en el Govern.