Se confirma la hora y el día en el que hay que ajustar el reloj este fin de semana

Conforme se va acercando el invierno los días se acortan y las horas de sol se reducen. Pero este fin de semana lo harán aún más y de golpe, ya que tendremos que ajustar nuestros relojes al horario de invierno.

Esta práctica habitual en los países del ámbito europeo, supuestamente busca un ahorro energético. Un ahorro que no tan importante como para justificar ese cambio de hora y todas las consecuencias negativas que conlleva. Sin embargo, y en medio de la habitual polémica, ya tenemos el día y la hora exacta en el que hay que ajustar nuestros relojes.

Ya hay día y hora para el cambio de hora

El próximo sábado, día 26 de octubre, el horario de verano que tenemos ahora, dará paso al horario de invierno. Así,  durante la madrugada del sábado 26 al domingo 27, habrá que atrasar el reloj una hora.  Este cambio de hora se realizará a las 03.00 horas (horario oficial peninsular), cuando se deberá atrasar el reloj a las 02.00 horas. En el caso de las Islas Canarias, que tienen diferencia horaria, será a las 02.00 horas cuando atrasarán el reloj a las 01.00 horas.

Este cambio horario cada seis meses cada vez tiene menos adeptos. De hecho, son muchos los que abogan por dejar un horario fijo todo el año. Así lo dice el barómetro publicado por el CIS en noviembre de 2023, que recoge que el 66% de los españoles preferiría mantener el horario de verano.

Algo curioso, dado que el horario de invierno se adapta mejor al horario geográfico nacional que el de verano. Esto se explica porque nuestra hora geográfica, aquella en la que el sol está más alto en el cielo siendo las 12.00 del mediodía, es la misma que la del Reino Unido, Portugal o Canarias. Esto implica que durante el horario de verano, tenemos un desfase de dos horas con nuestro huso horario geográfico. Con este horario, en zonas como Galicia, el sol está presente hasta incluso las 23.00 de la noche.

Pero sin duda, los peores trastornos son los que provoca en la salud de los ciudadanos. Ya que este cambio súbito suele conllevar insomnio, la falta de concentración, la irritabilidad o el bajo estado de ánimo o el cansancio. Al menos hasta que vuelven a acostumbrarse a la nueva rutina de luz.