Le niegan la incapacidad laboral a un hombre con cinco enfermedades y dolor crónico
El increíble fallo que deja a sin incapacidad a un trabajador con varias enfermedades incapicitantes
Obtener la incapacidad laboral no es una tarea sencilla, ya que el grado de incapacidad para desempeñar un oficio debe autorizarlo un tribunal médico, y no siempre la conceden. No obstante, hay ciertos casos en los que esa negación parece estar fuera de lugar.
Se entiende por incapacidad permanente, en cualquiera de sus grados, a la situación del trabajador que, después de haber estado sometido al tratamiento prescrito y de haber sido dado de alta médicamente, presenta reducciones anatómicas o funcionales graves, susceptibles de determinación objetiva y previsiblemente definitivas, que disminuyan o anulen su capacidad laboral. Sin embargo padecer varias enfermedades incapacitantes y dolor crónico, parecen no ser suficiente motivo para la Seguridad Social.
Increíble pero cierto
Es el caso de Antonio Azcoitia, cuya demanda contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social, ha sido desestimada por el Juzgado de lo Social número 1 de Oviedo. Antonio padece Síndrome de Fatiga Crónica, fibromialgia, polineuropatía periférica (los nervios fuera del cerebro y la médula espinal están dañados), varias hernias discales, estenosis lumbar (estrechamiento del conducto vertebral) y artrosis degenerativa en el cuello. Pero a pesar de ver su vida diaria seriamente limitada, el juzgado ha determinado que a sus 53 años aún puede trabajar.
Antonio es profesor interino de biología y consultor de obras, y explica que es “incapaz de hacer una sola cosa” y que su cuerpo no aguanta “absolutamente nada”, por lo que “no puede realizar un trabajo de esfuerzo físico importante, pues ello le ocasiona un cansancio importante”. Sin embargo, el médico inspector ha considerado que “conserva capacidad para desempeñar las principales tareas de su profesión”.
La sentencia, aunque reconoce sus dolencias, no las estima suficientes para otorgarle la incapacidad permanente. El fallo incluye recomendaciones como cambiar de medicación, ya que el tratamiento continuo con antihistamínicos “puede ocasionar algias y mialgias, que es la clínica fundamental que refiere”, y que “cabe la posibilidad de que un cambio en la medicación suponga una mejoría en su concentración y atención”.
“Efectivamente no puede realizar trabajo de esfuerzo físico importante, pues ello le ocasiona un cansancio importante, pero conserva capacidad para desempeñar las principales tareas de su profesión. La de profesor le permite alternar la bipedestación y la sedestación y no le obliga a subir o bajar escaleras y no tiene especial requerimiento físico. Su profesión de consultor de obras no consta que exija esos requerimientos físicos que tiene contraindicados”, es lo que ha considerado el tribunal en el caso de Antonio.
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