Rescatan a un perro de una fosa, él solo no hubiera salido nunca.
Su cara estaba siendo completamente devorada por los gusanos, y estaba atrapado sin ninguna oportunidad de poder vivir.
Pensaron que aplicarle la eutanasia seria lo mejor.
Le echaron unos polvos para matar a los gusanos y lo vendaron hasta que los eleminaron. Lo limpiaron y siguieron cuidándolo.
A los 3 meses y después de muchos cuidados su cara era casi normal. Consiguió ser un perro feliz.