Apenas respiraba. Sus patas se estaban levantando del suelo. Si nadie hacía algo rápido, no tendría alternativa.
Un hombre llamado David Fredman pasaba por la Interestatal de Misuri cuando de pronto vio una escena desgarradora: un can asfixiándose.
Max estaba, literalmente, siendo estrangulado por un cable eléctrico.
Podría parecer que que esto fue provocado por simple mala suerte.
Sin embargo, nuevas aristas del caso serían reveladas tras contactar a sus dueños.