El presidente de la Generalitat, Quim Torra, ha confiado en que este martes, cuando acuda al inicio del juicio al referéndum del 1 de octubre de 2017 en el Tribunal Supremo (TS), se le garantice la seguridad. No las tiene todas consigo. Seguramente porque su conciencia le dice que las ha hecho y dicho tan gordas, que sus provocaciones podrían tener consecuencias durante su presencia en Madrid.
"Espero que se me garantice la seguridad en Madrid"
"Espero que se me garantice la seguridad igual que la garantizamos nosotros cuando se hizo el Consejo de Ministros en Barcelona" el 21 de diciembre, ha reflexionado este lunes en una entrevista de Catalunya Ràdio. (La solución que propone Abascal pasa por detener a Torra)
Torra ha afirmado que, tras la manifestación impulsada por PP, Cs y Vox del domingo, "ir a Madrid tiene su riesgo", aunque espera que la seguridad estará garantizada.
Pone en duda la mayoría electoral de la derecha
Ha considerado que la protesta en Madrid fue un fracaso que pone en duda una hipotética mayoría electoral de la derecha y ha agradecido a la ciudadanía "que no fue y no cayó en la trampa de una manifestación contra el diálogo".
También ha preguntado al exprimer ministro francés y candidato a la Alcaldía de Barcelona, Manuel Valls, si comparte los cánticos a favor de su encarcelamiento: "La ciudadanía catalana tiene derecho a saber si Valls, Cs y el PP me quieren en la cárcel". ("¡¡Quim Torra no sería presidente en ningún país civilizado!!")
"La negociación se va al garete"
El presidente catalán ha asegurado que los contactos Gobierno-Generalitat avanzaban hasta que el pasado miércoles "todo cambia: aparece la figura del relator que saca Miquel Iceta (PSC) y la ministra Calvo hace esa rueda de prensa y todo se va al garete".
"Aparecen en el imaginario del PSOE dos pinzas: la de la derecha y la del PSOE rancio en el que aparecen Felipe González, Alfonso Guerra, Josep Borrell, etcétera", que llevan al Gobierno a suspender negociaciones. (El precio de la traición de Torra a Cataluña)
Pero ha subrayado que, "ante el fracaso de la ultraderecha y de la pinza del viejo y rancio PSOE, el presidente Sánchez tiene que tener el valor de romper con todo eso y escuchar el clamor de la democracia y la libertad e los pueblos".
Ha explicado que habló con Sánchez por teléfono a raíz del accidente de tren en Castellgalí (Barcelona) el viernes pero que no ha habido más intercambios con el Gobierno: "Desde que la vicepresidenta nos deseó suerte que no han querido contactar con nosotros".
Ya no habla de "vía unilateral"
Preguntado sobre cómo afronta el juicio al 1-O como presidente, ha esquivado "la trampa de hablar de la vía unilateral" y ha aseverado que obedecerá a lo que el Parlament decida si se dictan sentencias condenatorias.
"La respuesta, en caso de que las sentencias no sean de absolución, debe ser democrática", aunque ha descartado convocar nuevas elecciones autonómicas.
Torra ha asegurado que en la causa que comenzará este martes "se juzga a los 2,3 millones que votaron 'sí' y 'no" el 1-O, y que es, por tanto, un juicio a la autodeterminación.
"Todo eso significa que quien comenzará a tener un problema enorme será la justicia española si este caso no acaba en absolución", ha advertido.
"Ya saben cuáles son nuestras condiciones"
El presidente de la Generalitat ha descartado que se retiren las enmiendas a la totalidad al proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) si el Gobierno no accede a hablar de una votación sobre el futuro político de Cataluña: "No tramitaremos los Presupuestos si no se nos presenta el ejercicio del derecho a la autodeterminación".
"Ya saben nuestras condiciones", ha asegurado y ha criticado que el Gobierno central no ha entrado a negociar las cuentas con los partidos independentistas catalanes.
"¿Se han sentado con nosotros a explicarnos los Presupuestos? Nosotros los hemos explicado [los de la Generalitat] en varias reuniones a los comuns. ¿Por qué, si no los tenían garantizados, llevan los Presupuestos a tramitar?", ha cuestionado.
"¿Qué quiere decir un nuevo Estatut?"
También ha censurado que el Gobierno central pusiera como condición la tramitación de los PGE para continuar dialogando con el Govern, y lo ha vuelto a comparar con la negociación de las cuentas catalanas: "Nosotros no los hemos condicionado a sentarnos en una mesa". ("Torra es como Mussolini y el separatismo como una mafia")
Torra ha exigido "concreción del relator internacional, derecho a la autodeterminación de Catalunya y el fin de la represión que ERC pidió" y que él comparte, como que no haya detenciones como las que se produjeron en enero contra personas --entre ellos dos alcaldes-- que presuntamente bloquearon el AVE en Girona.
"¿Qué quiere decir un nuevo Estatut? ¿Qué más competencias tendríamos? ¿En qué consistiría exactamente? Pedimos esa concreción tras meses de dialogo", aunque ha rechazado renunciar a la autodeterminación.