Tener un corazón sano está directamente relacionado con un correcto descanso del organismo y con la hora a la que te vas a dormir. Recientemente, un estudio científico ha desvelado que irse a la cama temprano reduce el riesgo de enfermedad cardiaca.
El estudio citado anteriormente, publicado en el European Heart Journal - Digital Health, determinó que entre las 22.00 horas y las 23.00 horas es el intervalo perfecto para minimizar el riesgo de desarrollar una enfermedad cardiaca a lo largo de tu vida.
Para realizar la investigación se examinó a 88.026 personas en el estudio UK Biobank, reclutadas entre 2006 y 2010. Se ha demostrado que aquellas personas que se dormían a medianoche o incluso más tarde, tenían un 25% más de riesgo de enfermedad cardiovascular.
La edad promedio de los participantes del estudio fue de 61 años, con un rango de 43 a 79 años, y el 58% eran mujeres. Mediante un dispositivo de seguimiento colocado en la muñeca, los científicos obtuvieron toda la información sobre las horas de sueño, el momento en el que se dormían y todo lo relacionado con su organismo.
De las 88.026 personas que participaron en el estudio, 3.172 desarrollaron enfermedad cardiovascular en este tiempo. La mayoría de ellos se acostaban pasada la media noche y de madrugada. Por el contrario, los que se acostaban entre las 10 p. m. y las 10.59 p. m. sufrieron menos contratiempos a nivel de salud.
De los 3.172 participantes que tuvieron una enfermedad cardiaca en este tiempo, 1.371 se quedaron dormidos después de la medianoche en promedio durante los siete días de uso del dispositivo, 1.196 se quedaron dormidos a la hora a partir de las 11 p.m. y 473 se quedaron dormidos a la hora a partir de las 10 p.m. Solo 132 se durmieron antes de las 22:00 horas.
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Las conclusiones del estudio
Tras llevar a cabo el estudio, los investigadores llegaron a dos importantes conclusiones: que el riesgo fue un 12% más alto para aquellas personas que se quedaban dormidos entre las 11 pm y la medianoche y que dormirse antes de las 22.00 también fue asociado a un mayor riesgo, concretamente, un incremento del 24%.
"Nuestro estudio indica que el momento óptimo para irse a dormir es en un punto específico del ciclo de 24 horas del cuerpo y las desviaciones pueden ser perjudiciales para la salud. El momento más peligroso fue después de la medianoche, posiblemente porque puede reducir la probabilidad de ver la luz de la mañana, que reinicia el reloj biológico", comentó David Plans de la Universidad de Exeter y coautor del trabajo en declaraciones recogidas por Muy Interesante.
Hay que aclarar que la hora de dormir no es el único factor de riesgo de las enfermedades cardiacas. También influye en este ámbito la edad, el sexo, el tabaquismo, la duración del sueño, la irregularidad del sueño de los participantes, si tenían diabetes, su presión arterial y su nivel socioeconómico.