Las palabras de Pablo Echenique en Twitter, apoyando a los violentos manifestantes que protestaban contra el encarcelamiento del rapero Pablo Hásel, han provocado la indignación de los partidos de la oposición y de miles de periodistas, que se han vuelto a ver señalados por Podemos como 'manipuladores' de la información.
Tanto es así, que Isabel San Sebastián, que en repetidas ocasiones ha sufrido los ataques y las amenazas de la extrema izquierda en las redes sociales, ha comenzado un movimiento para que Twitter elimine el perfil de Pablo Echenique de la red social, debido al contenido inadecuado de la cuenta.
"¿No debería ser suspendida la cuenta de Pablo Echenique por jalear a los violentos que están atacando a la Policía, destrozando mobiliario urbano y asaltando tiendas en Madrid y Barcelona? ¿O es que solo se fijan en el odio cuando va en una dirección y no en otra" ha criticado la periodista en esta red social.
Una crítica en la que hacía referencia a la decisión de Twitter de eliminar el perfil de Donald Trump tras el asalto al Capitolio el pasado mes de enero, justificando el pajarito azul su decisión asegurando que el ex presidente americano se había mostrado condescendiente en grado sumo con los que asaltaron violentamente el edificio público.
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Una 'condescendencia' que ha imitado Echenique, al igual que otros representantes de la formación morada, en Twitter, y que de momento, no ha tenido repercusión alguna, aunque la petición de San Sebastián cuenta ya con más de 8.000 retweets y más de 6.000 me gusta.
La normativa de Twitter rechaza la violencia, el acoso y el extremismo violento
Según la normativa de Twitter, pública y accesible para todos los usuarios de la red social, los últimos mensajes de Echenique podrían ser condenatorios para la cuenta, ya que incumplen muchos de los 'mandatos' de la red social.
"Violencia: no puedes hacer amenazas violentas contra una persona o un grupo de personas. También prohibimos la glorificación de la violencia" asegura las reglas 'del juego' de Twitter.
Tampoco se acepta dentro de la comunidad Twittera fomentar, de modo alguno, el terrorismo o extremismo violento (como el vivido en Madrid o Barcelona estos días). Pero, sobre todo, la red social hace especial hincapié en su normativa en la prohibición de fomentar comportamientos de odio a través de los mensajes del pajarito azul.
"No puedes fomentar la violencia contra las personas ni amenazarlas o acosarlas por motivo de su raza, origen ético, nacionalidad, pertenencia a una casta, orientación sexual, género, identidad de género, afiliación religiosa, edad, discapacidad o enfermedad grave" reza la normativa.
Una normativa que ahora parece ser incumplida impunemente por la izquierda española, mientras las cuentas de los representantes políticos de 'derechas' viven pendientes de cualquier declaración controvertida que pueda acabar enviándolas a la censura.