Hace unos días, salía a la luz que Teresa Arévalo, una de las asesoras del Ministerio de Igualdad de Irene Montero, cobraba más de 51.000 euros por su cargo público dentro de la cartera podemita.
Un sueldo que, sin embargo, no se veía reflejado en la actividad de Arévalo como asesora de Montero, ya que, en realidad, la mujer realizaba otras funciones: en concreto, la de ser la niñera particular la hija menor de los Iglesias-Montero.
Este atractivo salario no ha pasado desapercibido para muchas mujeres, actualmente en el paro por la situación económica y laboral que vive el país, que no han dudado en ofrecerse a cuidar a los pequeños de Galapagar.
La violencia es un "avance democrático" a ojos de la inmundicia podemita
Ataviadas con uniformes de niñeras, y con sus currículum en mano, varias mujeres se han presentado frente a la casa de los podemitas, asegurando que ellas están dispuestas a suplir a Arévalo en sus funciones de niñera... eso sí, por el mismo sueldo de la asesora.
Libertad de expresión... a 100 metros de la mansión podemita
A pesar de que su derecho a la libertad de expresión les permite, al menos legalmente, manifestarse en la vía pública, las mujeres no se han atrevido a estar cerca de la mansión de los marqueses de Galapagar, manteniéndose a una prudencial distancia de 100 metros de la vivienda.
Y es que algunos de los ciudadanos que, libremente y ejerciendo sus derechos, se manifestaban en anteriores ocasiones contra los podemitas en su vivienda, han sido denunciados por acoso por los de la formación morada.
Una situación que se contradice con la defensa que hace la formación podemita de las 'manifestaciones' que estos días se producen en Barcelona, basadas, supuestamente, en el derecho de libertad de expresión del rapero Pablo Hasél, condenado por delitos de enaltecimiento del terrorismo o injurias, entre otros.