Una de las principales premisas del independentismo catalán es asegurar, ante quien esté dispuesto a escucharles, que el Estado español es un Estado opresor, que se limita a cargar contra los derechos de la ciudadanía catalana, así como a intentar acallarla a nivel nacional e internacional.
Idea que siguen defendiendo a diestro y siniestro, asegurando que sus amenazas contra la Casa Real española, así como contra el Gobierno, y sus desafíos independentistas, están enmarcados en el derecho a la libertad de expresión, y por tanto, no deberían ser 'perseguidos' ni 'condenados' por la Justicia española.
Una libertad de expresión que, sin embargo, los independentistas solo defienden en el caso de aquellos que la utilicen para promover el movimiento secesionista, mientras que, a la vez, cargan contra todos aquellos que, utilizando esa misma libertad, critican al movimiento independentista.
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Doble vara de medir con respecto a la libertad de expresión y libertad de prensa que ha ejemplarizado Carles Puigdemont quien, a pesar de aplaudir las constantes burlas e insultos proferidas, en tono de humor, en TV3 contra todo lo español, ha criticado duramente en Twitter a los periodistas de RNE que bromearon ante los micrófonos sobre el pacto del Gobierno de España con ERC acerca de la cuota del catalán en las plataformas audiovisuales.
"Stranger Things será Coses Estranyes, y El juego del Calamar, será el Joc del calamar... o más bien. el juego del calçot" bromeaba una de las colaboradoras del programa. Unas bromas que no gustaban a Puigdemont, que cargaba duramente contra ella a través de su cuenta de Twitter: "Asco" comentaba.
Cargas contra los medios de comunicación
Ahora, el diputado de JxCat, Francesc de Dalmases, también se ha unido a las críticas del ex president catalán, señalando esta vez a los periodistas de Catalunya Radio, y a los comentarios de éstos al día siguiente de la entrevista concedida por la fugada Clara Ponsatí.
"Clara Ponsatí merece el respeto que merece cualquier persona que aparezca en la radio pública [...] y más si representa una opinión política que como lista electoral ha ganado unas elecciones y tiene más de un millón de votantes" ha criticado, asegurando que las declaraciones de los periodistas fueron un "ataque frontal" a la fugada.
Un enfado de los independentistas de JxCat que demuestra, no sólo la doble vara de medir sobre la libertad de expresión, sino también de los independentistas hacia los medios de comunicación, a los que sólo parecen respetar y aplaudir cuando muestran un perfil pro-independentista, sin que quepa la posibilidad de emitir una mínima crítica hacia los líderes secesionistas.