A pesar de la brutal crisis sanitaria y económica que está atravesando España debido a la pandemia del coronavirus, que se mantiene en su quinta ola por todo el territorio nacional, Pedro Sánchez cerraba hace unos días el curso político, y se marchaba de vacaciones junto a su familia.
Un descanso para el que el socialista ha escogido la finca de La Mareta, propiedad de Patrimonio Nacional en Lanzarote, donde el presidente de Gobierno disfruta de todo tipo de comodidades, así como de la belleza natural de la isla.
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En concreto, la residencia presidencial cuenta con "zona de piscina privada, zona deportiva, lago y jardines del recinto interior, helipuerto y gimnasio, además de bungalow de invitados y servicio".
Unas instalaciones que Sánchez, dispuesto a disfrutar de ellas más allá de este mes de agosto, ha mandado limpiar... por un coste de más de 90.000 euros, que pagarán las arcas del Estado.
Limpieza y abastecimiento al completo
Así pues, el Gobienro ha organizado una única licitación, dividida en diecisiete lotes, para la limpieza de los Reales Patronatos, entre los que se encuentra (en el lote 9) La Mareta, con un presupuesto de 90.000 euros, a los que hay que añadir un I.G.I.C del 7%, ascendiendo la suma a 96.300 euros.
En concreto, el contrato implica que la empresa adjudicataria se comprometa a realizar algunas tareas de limpieza de forma diaria, como es el barrido general, fregar los aseos, etc. También contempla otras actividades anuales o semestrales, como la limpieza de los focos o la desinfección de las alfombras.
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90.000 euros gastados desde las arcas públicas que estarán destinados a la limpieza de La Mareta entre el 1 de enero de 2022 hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, estando prevista una prórroga de un año más, asegurándose así Sánchez que, pase lo que pase e independientemente de la crisis actual que atraviesa el país, la casa veraniega del presidente siempre esté preparada para su llegada.