A las 20.41 horas del 24 de julio de 2013, en la curva de Angrois, a menos de tres minutos de la estación de Santiago de Compostela, un despiste humano provocó el peor siniestro ferroviario en España en los últimos 40 años.
Fallecieron 80 personas y 144 resultaron heridas.
El maquinista del tren de Alvia hacía el recorrido Madrid-Ferrol.
Exceso de velocidad
Hablaba por teléfono con el revisor mientras circulaba a 190 kilómetros por hora.
El hombre advirtió que el convoy estaba a punto de enfilar una curva limitada a 80 kilómetros por hora.
Cuando advirtió el peligro ya era demasiado tarde.
El tren descarriló provocando una tragedia.
Exceso de velocidad, una curva letal, una tremenda negligencia y una tragedia humana.