7 trucos para reconocer las mentiras mediante gestos involuntarios

Entre ellos se encuentra el parpadear mucho y tocarse la nariz constantemente

22 de Febrero de 2022
7 trucos para reconocer las mentiras mediante gestos involuntarios
7 trucos para reconocer las mentiras mediante gestos involuntarios

Pillar a alguien con alguna mentira o saber si te está mintiendo en tus narices es un tema que en algunas ocasiones parece bastante complicado. 

Y es que hay personas que saben actuar y fingir tan bien que es casi imposible detectarlo si no sabes los gestos involuntarios que puede realizar. 

Por lo que si quieres que a partir de ahora nadie te tome el pelo, tienes que conocer esta lista de movimientos y gestos que las personas hacen sin querer cuando mienten:

Microexpresiones. La persona que miente tiene la emoción subconsciente de la angustia. Exteriormente, esto se expresa como una elevación involuntaria de las cejas, la cual genera como resultado que se formen pliegues en la frente. Por lo tanto, la asimetría te ayudará a juzgar la falsedad.

Tocarse la nariz. Según los expertos, una persona cuando miente se toca la nariz muchas más veces de lo normal.

Evitar la mirada. Si notas que parpadea de forma constante, mantiene los ojos cerrados más tiempo del habitual o evita fijar la mirada en tus ojos, puedes tener bien claro que te está ocultando la verdad.

Sudar en exceso. Aunque no siempre ocurre, también se trata de un gesto involuntario que realizan cuando te están mintiendo. Por lo que si notas que empieza a sudar más de lo normal, puedes empezar a sospechar.

Asentir con la cabeza. Como regla general, asentimos involuntariamente para confirmar nuestras palabras o para estar de acuerdo con lo dicho. En el caso de que una persona mienta, hay un retraso entre las palabras y el movimiento de cabeza.

Respirar rápido. La respiración rápida puede indicar que la persona miente y necesita una respuesta rápido. Por ello al hacerlo bombeará más oxígeno al cerebro para poder elaborar una historia.

Tragar saliva. La excesiva producción de saliva está asociada a la liberación de adrenalina, situación que la persona puede vivir al estar contando una mentira y temer a que le pillen.