Hablar en público no suele ser tarea fácil para muchas personas. El miedo escénico llega a provocar nervios y ansiedad cuando llega el momento de intervenir delante de un grupo de personas.
Subir a un escenario ya sea para una exposición en el instituto o para presentar un proyecto a una empresa siempre va acompañado de incertidumbre ya que no sabes que es lo que ocurrirá.
Muchas veces es esa incertidumbre la que provoca los nervios que dan lugar al miedo escénico, al temor a hacer el ridículo y a fracasar a la hora de intervenir ante un grupo de personas.
A continuación, te damos siete consejos para perder el miedo a hablar en público. Se trata de unas pautas sencillas con las que quitarte los nervios de encima antes de hablar ante mucha gente.
Consejos para hablar en público sin miedo
No niegues el miedo: el miedo es un mecanismo de defensa contra una situación en la que puedes encontrarte durante una actuación. Lo que hay que hacer prepararse la exposición bien ya que, de esta forma, todo saldrá bien.
La gente no sabe que estás nervioso: la gente no sabe que estás nervioso porque es algo que no se suele notar. Por lo tanto, es una razón más para no tener miedo durante la intervención.
Habilidades para hablar: si mejores tus habilidades para hablar haciendo uso de libros especializados podrás involucrar a tu audiencia y hacer que tu discurso sea más cómodo, lo que te llevará a estar más tranquilo.
Analizar otros discursos: es bueno que te grabes cuando hagas el discurso. Posteriormente puedes verlo y prestar atención a los tartamudeos, la forma de hablar y los gestos utilizados para mejorar de cara al siguiente.
Preparación: los nervios y el medio se reducen cuando la intervención está muy bien preparada. Por lo tanto, debes asegurarte de conocer el material e intentar anticiparte a las preguntas.
Una sonrisa: al subir al escenario es muy importante hacerlo con una sonrisa ya que los psicológos consideran que alivia el estrés. Además, darás una imagen de calma y seguridad a tu audiencia.
Relajación: antes de exponer es recomendable llevar a cabo técnicas de relajación centradas, sobre todo, en la respiración. De esta forma, las pulsaciones bajarán y hablarás más tranquilo.