Dormir es reposar, con los ojos cerrados, en un estado inconsciente en el que se produce la suspensión de las funciones sensoriales y de los movimientos voluntarios. Al igual que la alimentación, el sueño es necesario para la supervivencia ya que le da al cuerpo un descanso y le permite prepararse para el día siguiente.
Cuando una persona duerme está inconsciente, pero las funciones de su cerebro y cuerpo siguen activas. El sueño es un complejo proceso biológico que ayuda a los individuos a procesar información nueva, mantenerse saludable y a sentirse descansado. A continuación, os mostramos seis consejos para dormir mejor y afrontar el día siguiente con más energía.
6 consejos para dormir mejor
Respetar los horarios del sueño: La cantidad de sueño recomendada en un adulto sano es de por lo menos siete horas y rara vez supera las ocho. Por lo tanto, hay que reservar ese espacio de tiempo para el descanso. Además, es recomendable acostarse y levantarse siempre a la misma hora. Ser constante refuerza el ciclo de sueño-vigilia del organismo.
Prestar atención a lo que se come y se bebe: Nunca hay que irse a la cama con hambre ni con sensación de estar muy lleno ya que ambas situaciones perjudican el descanso. En especial, evita las comidas pesadas o muy abundantes un par de horas antes de acostarte. También hay que tener cuidado con la cafeína, la nicotina y otras sustancias estimulantes.
Crear un entorno relajado: Hay que crear las condiciones ideales para dormir. Es decir, una habitación fresca, oscura y en silencio. La exposición a la luz puede hacer que resulte más difícil quedarse dormido. Evita el uso prolongado de pantallas que emiten luz justo antes de irte a dormir. Hacer actividades relajantes antes de la hora de acostarte, como tomar un baño o usar técnicas de relajación suele ayudar.
Evitar o limitar las siestas: Las siestas largas durante el día pueden interferir en el sueño nocturno. En caso de tomar una siesta nunca debe exceder de los 30 minutos ni llevarse a cabo a últimas hora de la tarde ya que eso hará que, al irte a la cama, no tengas nada de sueño.
Haz actividades físicas: La actividad física regular ayuda a dormir mejor. Sin embargo, evita el exceso de actividad cerca de la hora de acostarte. Pasar tiempo al aire libre de forma diaria también ayuda al cuerpo a descansar en el momento de ir a la cama.
Controlar las preocupaciones: Intenta resolver tus preocupaciones o inquietudes antes de irte a dormir ya que darle vueltas a la cabeza dificulta la conciliación del sueño. El manejo del estrés puede ser ayudarte. Comienza con los conceptos básicos, como organizarte, establecer prioridades y delegar tareas.