El coronavirus ha frenado en seco las donaciones de sangre en todo el mundo y es una práctica que todo el mundo debería hacer cada cierto tiempo para ayudar a las personas que puedan necesitar una transfusión en un momento determinado.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se producen en el mundo 118,5 millones de donaciones de sangre aunque se espera que esas cifras bajen drásticamente en 2020.
El coronavirus acaba con las reservas de sangre. ¡¡Se necesitan donaciones ya!!
El miedo a contagiarse ha hecho que muchos donantes hayan dejado de acudir a los hospitales para donar sangre y eso ha provocado que las reservas hayan bajado en un momento muy delicado.
Además del hecho de sentirse bien por ayudar, la donación de sangre aporta una serie de beneficios que pocos conocen y que pueden mejorar la calidad de vida del donante.
Países desarrollados vs países subdesarrollados
El 40% de las donaciones de sangre que se hacen en todo el mundo tienen lugar en los países más desarrollados, donde vive tan solo el 16 % de la población del planeta.
En muchas ocasiones, sobre todo en los países subdesarrollados, las transfusiones no llegan a tiempo por falta de sangre y los pacientes fallecen. Si donase más gente no existiría este problema.
La sangre de los recuperados puede ser la clave contra el coronavirus: ¡¡Hay esperanza!!
Las razones por las que debes donar sangre
- La donación de sangre mejora el flujo sanguíneo: La exposición de la sangre a sustancias nocivas como el alcohol, el tabaco, el azúcar o el estrés hace que se vuelva más densa y fluya con mayor dificultad. Al donar con regularidad, la sangre fluye con más facilidad y mejora nuestra salud.
- Protege al corazón: En cada unidad de sangre se pierde un cuarto de gramo de hierro y se reduce el exceso que haya en el organismo. Al bajar los niveles de hierro se reducen los riesgos de paros cardíacos y problemas cerebrovasculares.
- Nos permite conocer nuestra salud: Antes de donar se realizan una serie de pruebas para comprobar la calidad de la sangre y el estado de salud del paciente. Cualquier enfermedad que aparezca en el donante se conocerá de inmediato si se realizan donaciones de forma regular.
- Quema calorías: El organismo consume calorías en la sangre perdida y quema algunas más por el esfuerzo que tiene que hacer el cuerpo para recuperar esa sangre. Se produce un gran consumo energético.
- No hay efectos secundarios: Los donantes de sangre no sufren ningún tipo de efecto secundario ni es perjudicial para la salud siempre y cuando la persona que va a donar cumpla con una serie de parámetros.