"España nos roba" aseguran, desde hace años, los movimientos independentistas catalanes, utilizando esta premisa histórica para lanzar su propaganda contra el Estado 'opresor' español.
Una premisa en la que, sin embargo, los líderes de los secesionistas no incluyen sus altísimos sueldos como miembros de la Generalitat de Cataluña, al igual que tampoco mencionan las subvenciones y ayudas ofrecidas desde el Gobierno regional a los 'chiringuitos' de lo líderes independentistas,
Sueldos que, en muchos casos, superan los 100.000 euros anuales; sólo el sueldo de Pere Aragonès, que se estrena como president de la Generalitat, supone a los catalanes un total de 150.000 euros al año, aunque el republicano asegura que se bajará el salario un 15%. Cantidad que es casi el doble de lo que cobra el presidente del Gobierno Pedro Sánchez, con un sueldo público de 85.000 euros.
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Pero no sólo Aragonès goza de un sueldo estratosférico: también 400 de sus asesores y miembros del Gobierno catalán cobran al año más que el presidente nacional socialista. Del mismo modo, los ex presidents catalanes, con Artur Mas a la cabeza, tienen un salario vitalicio muy elevado, siendo el salario de Mas cercano a los 92.000 euros anuales, que percibe como pensión vitalicia.
Un discurso muy rentable para los independentistas
A pesar de que las cifras que aparecen en los sueldos de los altos cargos de la Generalitat de Cataluña demuestran que no es España la que roba a sus ciudadanos, sino los líderes secesionistas, estos continuan con sus quejas y críticas hacia España en el sector económico.
Unas críticas que, unidas al apoyo de los partidos independentistas a Pedro Sánchez en el Congreso de los Diputados, han dado sus frutos: y es que Cataluña será la comunidad autónoma que percibirá más ayudas económicas del Estado tras la pandemia del coronavirus, siendo la principal beneficiaria de los primeros 3.000 millones de euros de los Fondos Europeos que destinará el Gobierno de España a las Comunidades Autónomas.
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En concreto, la Generalitat del republicano Aragonès percibirá prácticamente el 50% de estos fondos, destinando el Gobierno de Sánchez cerca de 1.500 millones de euros para una Cataluña ahogada en deudas, y en políticos que no dudan en usar su poder para llenar su bolsillo, mientras con su propaganda, señalan a otro lado.