La educación sexual sigue siendo una de las asignaturas pendientes de las madres y los padres, que no saben como abordar el tema ni en que momento hacerlo. Por ello, te daremos cuatro consejos muy efectivos.
Es fundamental tratar el tema con naturalidad y resolver cualquier duda que puedan tener los hijos. Tienen que ver a sus padres como un apoyo en este tema y nunca como a un enemigo al que ocultarle las cosas.
Hablar de sexo cuanto antes
Lo ideal es iniciar estas conversaciones a una edad temprana ya que el sexo no es algo que llega en la adolescencia y que no se limita exclusivamente a las relaciones sexuales.
Anticiparse a que ellos saquen el tema y empezar desde una edad temprana crea un vínculo y normaliza la situación. Se puede comenzar a tratar este tema cuando el pequeño o la pequeña están conociendo las partes de su cuerpo. Al igual que se señala un pie o la nariz se puede hacer lo mismo con el pene y la vagina para que todo sea natural desde el primer momento.
Anticiparse a los cambios
Los niños y niñas van sufriendo una serie de cambios con el paso de los años y es clave anticiparse a ellos. A partir de los 8-10 años comienzan los primeros. La menstruación, la aparición de barba o el cambio de voz son algunos de ellos.
Los pequeños son curiosos y quieren saber lo que les va a ocurrir y como van a cambiar. Por ello, para fortalecer el vínculo, es recomendable tratar todos estos asuntos antes de que ocurran para que estén preparados.
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Vincular lo sexual con lo emocional
Al hablar de las relaciones sexuales no hay que olvidar nunca el aspecto emocional. El acto sexual es también una demostración de amor y, a raíz de ello, se pueden introducir los elementos de respeto, libertad y responsabilidad.
A partir de los 11 o 12 años hay que comenzar a hablarles del consentimiento y la libertad a la hora de elegir una pareja con la que mantener relaciones sexuales. También resolver todas sus dudas dejando a un lado la incomodidad y la vergüenza.
Orientaciones sexuales
Hay diferentes orientaciones sexuales y los niños y adolescentes deben conocerlas desde el primer momento. A raíz de esto, hay que inculcarles, una vez más, el concepto de respeto.
Asimismo, es bueno explicarles que hay diferentes modelos de familia. Pueden estar formadas por dos hombres, dos mujeres, o por un hombre y una mujer. Sin olvidar que también hay familias monoparentales.