El 28 de enero de 1986 a las 11:39 horas de la mañana, tan solo 73 segundos después de despegar del Centro Espacial Kennedy de Florida, el Challenger explotaba y se desintegraba en el aire.
Sus siete tripulantes, seis astronautas y la profesora Christa McAuliffe, fallecían en el acto.
La causa
La causa del accidente fue un fallo en uno de los cohetes propulsores del Challenger.
Fue la primera vez que Estados Unidos sufrió un accidente mortal en un vuelo al espacio.
Cambios en la NASA
Un accidente que haría que la NASA se replantease la seguridad de este tipo de misiones.
“La NASA cambió en muchos aspectos, incluyendo procesos de gestión más sólidos con una mayor supervisión y más posibilidades para las evaluaciones independientes”, apunta el portavoz de la NASA Allard Beutel.