Cuando surgió la crisis del coronavirus, Pilar Rubio y Sergio Ramos estaban ultimando las obras de su nueva mansión.
Durante el confinamiento, la pareja ha compartido en redes su día a día y ha llevado a cabo actos de solidaridad: pagó y donó 15.000 kits de detección del Covid-19, 1.000 EPI y 265.000 mascarillas.
Las obras de su nueva casa en La Moraleja estaban muy avanzadas a finales de febrero, cuando el programa ‘Ya es mediodía’ de Telecinco emitió unas imágenes sobre la gran construcción modular de estilo moderno que muy pronto disfrutarán Sergio, Pilar y sus hijos.
Sin embargo, lo que no sabíamos hasta ahora es que la pareja deberá pagar una importante multa.
250.000 euros de multa
En julio de 2019, el Ayuntamiento de Alcobendas aprobó sancionar con 250.000 euros a la sociedad Aguileña de Inversiones, una sociedad vinculada a
Sergio Ramos que es la verdadera propietaria de la mansión, según informa El Confidencial.
El motivo de la sanción
Y es que, por lo visto, se talaron entre 50 y 90 ejemplares de encinas, pinos y chopos de gran tamaño cuando se iniciaron las obras.
Por este motivo, la pareja será sancionada y la empresa deberá plantar el triple de los árboles cortados.
En las fotos aéreas de la finca, de 14.716 metros cuadrados, se apreciaba el cambio de aspecto.
Los vecinos de La Moraleja alertaron al Ayuntamiento, que inició los trámites para sancionar a la empresa de Sergio Ramos.
A día de hoy, ni la sanción ni la replantación se han llevado a cabo.
"El asunto ya no está en manos de Medio Ambiente, sino en servicios jurídicos. Hay que matizar que el contencioso se tiene con la mercantil Aguileña de Inversiones, no con Sergio Ramos. Esta mercantil puso una reclamación en enero, pero como todos los plazos judiciales están parados, no se ha avanzado. El asunto está pendiente de que el Ayuntamiento formalice la oposición a la demanda formulada por la sociedad", explican fuentes del Consistorio de Alcobendas a Vanitatis.
“En la zona (Alcobendas, San Sebastián) no hay grupo local de Ecologistas en Acción, y nos es difícil acceder a la información", denuncia una ONG.
Así pues, con la sanción suspendida, habrá que esperar para ver como termina el asunto.
Aunque los vecinos de la zona aseguran que no lo piensan dejar pasar.