200 fanáticos separatistas desataron un infierno anoche en Vilafranca del Penedés

Los independentistas más radicales intentaron atacar la comisaría de los Mossos, desistiendo ante el fuerte cordón de seguridad policial.

28 de Noviembre de 2021
200 fanáticos separatistas desataron un infierno anoche en Vilafranca del Penedés
200 fanáticos separatistas desataron un infierno anoche en Vilafranca del Penedés

El independentismo catalán está atravesando sus horas más bajas; y es que la pandemia del coronavirus, y la terrible gestión de la Generalitat de Cataluña sobre la crisis del virus de Wuhan, y la posterior crisis económica derivada de la pandemia, han hecho que muchos ciudadanos catalanes hayan abierto los ojos ante la realidad del independentismo catalán.

Una realidad que también se ha hecho pública en los constantes enfrentamientos entre las formaciones independentistas, que en los últimos meses, han demostrado a la ciudadanía catalana que su verdadero interés no es tanto cuidar de los ciudadanos votantes de la autonomía, sino llenarse los bolsillos de dinero público, seguir financiando los 'chiringuitos' secesionistas, y mantener el máximo poder posible dentro de Cataluña.

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Sin embargo, a pesar de la evidente pérdida de músculo político y de apoyo ciudadano que ha vivido el secesionismo catalán en los últimos meses, los grupos más radicales del independentismo mantienen su desafío al Estado, tal y como han demostrado este sábado noche, cuando han vuelto a incendiar las calles de Barcelona.

Destrucción y caos que los 200 violentos separatistas han justificado como una protesta contra la sentencia de tres años y medio prisión dictada contra Adrián Sas, un joven condenado por la agresión a dos policías en el marco de las manifestaciones del primer aniversario del 1-O.

Objetivo: la comisaría de los Mossos

Así pues, al poco de haber comenzado la manifestación, los radicales han levantado barricadas y prendido fuego a varios contenedores de la zona para evitar el paso de los coches policiales, a la vez que se han lanzado piedras, petardos y otros objetos contra los Mossos y la policía local de Vilafranca del Penedés.

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Del mismo modo, una vez acabada la protesta, algunos de estos violentos también han intentado atentar contra la comisaría de los Mossos. Sin embargo, viendo la intención de los radicales, varios agentes antidisturbios han acordonado la comisaría, dándose pronto por vencidos los radicales, que han abandonado la zona sin más incidentes.

Acciones de los radicales que, a pesar de su violencia, y de la destrucción de mobiliario urbano, han vuelto a demostrar la poca capacidad de concentración del actual movimiento independentista catalán, siendo apenas unos pocos los que, a día de hoy, 'dan la cara' por el secesionismo fascista catalán.