El calor ha llegado pisando fuerte, y para quedarse. Por eso, es importante recordar esos pequeños gestos que nos pueden ayudar a tener un verano sin incidentes provocados por las altas temperaturas.
Lo más importante que debemos recordar es hidratarnos con mucha frecuencia, a pesar de que no tengamos sed, o no estemos haciendo actividades físicas. Y para esto, la mejor solución es el agua, evitando las bebidas con cafeína o alcohol o grandes cantidades de azúcar, dado que éstas nos pueden provocar más pérdida de líquido corporal (impresiona, ¿eh?)
Si hablamos de alimentación, lo mejor son las comidas ligeras, que te ayuden a reponer las sales minerales que eliminas con la sudoración. ¡Ensaladas fresquitas, zumos, fruta...!
Las zonas más frescas, con sombras o vegetación, son nuestras grandes aliadas en la lucha contra el calor. Es importante permanecer el mayor tiempo posible cerca de estas zonas.
Los niños, personas mayores y enfermos necesitan mayor atención, dado que son los que sufren las consecuencias más graves del calor y la deshidratación. También hay que tener especial cuidado si tienes patologías relacionadas el corazón o la circulación sanguínea.
Es importante evitar, en la medida de lo posible, realizar actividades al aire libre durante las horas de máxima influencia solar: de 12 a 17h.
Una buena excusa para ir a las rebajas es la siguiente recomendación: utilizar ropa ligera y transpirable. ¡¡Guarda la lana para el invierno!!
Recuerda que los medicamentos deben estar siempre en lugares frescos y sin luz directa, dado que las altas temperaturas pueden modificar su composición.
No es un medicamento, pero es igual de necesario. La protección solar es imprescindible en verano, y debe ser la más adecuada para tu piel (cuanto más factor, más protección). (El mejor remedio para hidratar y aliviar la piel tras una exposición excesiva al sol)
¡¡No te olvides de ellos!!
NUNCA dejes a tu mascota, o a otra persona, dentro de un vehículo estacionado y cerrado. El vehículo almacena el calor, llegando a aumentar la temperatura interior hasta 10 grados con respecto al exterior. Una sensación asfixiante y peligrosa para el que se quede dentro. ¡Ojo!
Ante la duda... ¡¡ al médico!!
Si tienes algún síntoma de malestar durante más de una hora, como mareos, dolor de estómago, de cabeza, etc. éstos pueden deberse a las altas temperaturas. no lo dudes, y consulta al médico más cercano. Puede salvarte la vida.