La Generalitat de Cataluña ha estado utilizando las ayudas de cooperación al desarrollo para fortalecer el movimiento independentista en su territorio y aumentar su proyección internacional.
Según constata el Tribunal de Cuentas en uno de sus últimos informes, miles de euros que deberían haber ido destinados a ayudar a los más necesitados del Tercer Mundo acabaron en manos de entidades implicadas en el 'procés'. (¿¡Puigdemont detenido!? La imagen más esperada puede estar a punto de producirse)
Dicho organismo ha descubierto una larga lista de irregularidades en el interior de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD), el organismo de la Generalitat encargado de repartir sus subvenciones de ayuda oficial al desarrollo (AOD).
Los gobiernos de Artur Más y Carles Puigdemont habrían utilizado el dinero destinado al desarrollo del Tercer Mundo para subvencionar programas poco relacionados con ese objetivo. (La pataleta de Puigdemont ante la postura de la UE sobre su eurocandidatura)
Algunos de ellos son 'Cataluña para la abolición de las armas nucleares'; 'Herramientas de fortalecimiento del tejido asociativo catalán hacia la soberanía económica y energética'; 'Promoción del turismo rural comunitario entre los actores del sistema turístico catalán'; 'Dame cine, ciberactivismo feminista por los derechos de las mujeres como defensoras de los derechos', y 'Derechos sexuales y reproductivos: fortalecer capacidades de incidencia en la agenda global 2030 y en la agenda catalana'.
La mayoría de estos programas fueron organizados por asociaciones y colectivos vinculados al 'procés'. Un ejemplo de ello es FundiPau, una fundación secesionista que se encargó de 'Cataluña para la abolición de las armas nucleares'. (¡Puigdemont no puede ser eurodiputado!)
Un incremento del 222% de las subvenciones en 2017
La ACCD tramitó en 2014 subvenciones por un importe total de 3,9 millones de euros. En 2015, la cantidad de las ayudas subió a 5,4 millones, y un año después bajó ligeramente a 4,1.
La mayor subida se produjo en 2017, momento en el que los independentistas apretaban con más fuerza. El Govern de Junts pel Sí acordó elevar esa partida hasta los 13,3 millones de euros, un 222% más que en el ejercicio anterior.