La hipoteca asumida por Pedro Sánchez con el independentismo catalán a cambio de su apoyo en la investidura es más grande de lo que nadie podía imaginar: más dinero para Cataluña, selecciones catalanas, embajadas y una TV3 saneada y más poderosa para que pueda adoctrinar mejor. Sánchez está alimentando al monstruo y puede acabar devorado.
TV3 dedica su programación en cuerpo y alma a alentar el separatismo y la desconexión con España. Dispone, además, de medios para ser competitiva y, de hecho, domina las audiencias en Cataluña desde hace años.
Rajoy logró debilitar a TV3
Pero Mariano Rajoy le encontró el punto flaco: el pago de un IVA que no se estaba produciendo. Y no se trata de cantidades menores: 125 millones. Una cifra suficiente para desestabilizar la viabilidad del canal.
La aplicación del 155 sometió a un intenso control económico a TV3, que desde entonces ha debido apretarse el cinturón y olvidarse de sus delirios de grandeza, de cuando compraban millonarios los derechos del fútbol, de la Fórmula Uno o de la Euroliga rascando en el bolsillo de los contribuyentes.
Albert Rivera tenía la solución
Albert Rivera, en conflicto permanente con TV3, como Inés Arrimadas, tenía una solución para acabar con el problema. No se trataba de cerrar el canal, sino de neutralizarlo con un ajuste presupuestario que minimizara sus ambiciones y asfixiara su capacidad de convocatoria limitándola a lo que debería ser, un canal autonómico complementario de los canales nacionales. Era cuestión de cerrar el grifo de su financiación desmesurada,
Pero Pedro Sánchez parece dispuesto a darle aire y ayudarle a recuperar su máximo esplendor. Por eso ha incluido la reclamación del IVA a TV3 en la "Agenda para el Reencuentro", que viene a ser la Biblia que Sánchez entregó a Torra con todos los sometimientos que el gobierno de España está dispuesto a afrontar para dar satisfacción a sus socios independentistas.
El asunto de TV3 está contemplado en el punto 21. En él el gobierno de Madrid se compromete a negociar el "IVA deducible de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales" y asume la concesión de un multiplex para expandir su difusión y su adoctrinamiento pueda llegar más lejos.
La Agencia Tributaria reclama 102.652. 383 de euros en concepto de IVA más 13.156.597 euros de intereses de demora, que sumados a los 8.995.875 euros pendientes de pago elevan la deuda de los medios públicos catalanes a 124.764.854 euros.
Con esa deuda perdonada, TV3 podrá volver a volar a lo grande aprovechando una competencia deselal con las otras cadenas (TV3 también emite publicidad) para que la herramienta más poderosa del independentismo catalán resurga de sus cenizas.
En ERC no podían ni imaginar que su respaldo a Sánchez para que accediera a la presidencia del gobierno podría deparar contrapartidas tan interesantes.