Gabriel Rufián encendía todas las alarmas en el Congreso de los Diputados, dejando entrever que su relación con el nacionalismo no es más que una excusa para cobrar un buen sueldo.
Desde el Diario de Cádiz, lo define perfectamente Enrique García-Máiquez:
"Latía la sospecha creciente entre quienes tienen que escuchar a Gabriel Rufián cada vez que habla en el Parlamento de que era un hombre desencantado del nacionalismo, que seguía ahí, de su vocero, porque es su puesto de trabajo, oye, y bien pagado ademas. Pero se le notaba, me decían, una vergonzante falta de fe, un amargo desengaño, una apabullante apatía apátrida, etc."
El escritor afirma que él no "terminaba" de creerse el "desencanto" de Rufián, hasta que Rufián "ha salido del armario" del Congreso, y del secesionismo.
"Ahora, sí" reconoce García-Máiquez "Porque lo ha confesado directamente, saliendo del armario desde la solemne tribuna: "Miren, yo no soy nacionalista. Yo tengo claro que Cataluña es simplemente el lugar del mapa que se llama ese sitio [sic]. Para mí una patria son las llaves de la casa de tu madre, la cama donde duerme tu hijo, la gente que se levanta muy temprano para ir a trabajar. Para mí la independencia puede ser una oportunidad para expandir derechos o simplemente para convertirse en un lander neoliberal. Para mí eso es la independecia"".
Una descripción que puede no haber gustado en demasía a otros líderes del indepedentismo, como Oriol Junqueras, en prisión por ese "lander".
Y no sólo eso, sino que el columnista recuerda que Rufián ha desmotado uno de los grandes lemas del secesionismo; el "España nos roba".
""Decir que 'España nos roba', es como decir que el Palau de la Música o el tres per cent nos roba. No. Nos robaba quien lo gestionaba que, por cierto, eran los mismos de siempre". La asociación entre independencia, llaves de casa, y puesto de trabajo ha pasado rozando el larguero freudiano, pero de lo que ya no hay duda es de que Rufián no es nacionalista, que no cree en las esencias de "el lugar del mapa que se llama ese sitio", y que si alguna vez dijo que 'España nos roba' fue una metáfora, o una sinécdoque".
Crisis en el independentismo catalán
Ya lo llevan tiempo avisando desde Dolça Catalunya, y ahora también lo señalan desde Diario de Cádiz.
"Algo está pasando en los cerebros de los catalanes o en los armarios de la tierra, porque el otro día Sandro Rosell le decía a Jordi Évole que, en un hipotético referéndum sobre la independencia, "votaría 'sí' a la independencia de Cataluña y me iría a mi casa. Pero si el resultado final es que 'sí', yo me iría de Cataluña. Si el resultado final es que 'no', me quedo en Cataluña. ¿Soy o no soy independentista? Así es como pienso". No es muy una manera de pensar racional, pero es lógica si se llevan decenios viendo cómo el independentismo es un negocio redondo y sirve para extorsionar al Estado y sacar rédito político y regustillos sentimentales, pero sabiendo que, en verdad, es mentira y nocivo. O sea, lo mismo que Rufián". (Con la desescalada vuelve el gamberrismo del separatismo catalán)
Y tiene claro García-Máiquez el futuro del secesionismo catalán: "Como sigan así, no queda uno en el armario".