Quim Torra ha instalado el supremacismo en todos los rincones y en todas las profesiones de Cataluña. (Torra le pide armas a Sánchez para poner en marcha el ejército catalán)
Hoy en día, formar parte de los Mossos d’Esquadra y respetar la ley y la Constitución es una rara avis que los separatistas castigan y penan.
Esto es lo que le ha sucedido a una policía de los Mossos, que ha sido identificada, señalada y ubicada en Twitter por sus ‘compañeros’ separatistas.
Sin prueba alguna, los mossos independentistas han acusado a su compañera de colaborar con la Guardia Civil y de informar a la prensa constitucionalista. ¡Menudo delito! ¡Alta traición!
Por suerte, el Sindicato Independiente de Funcionarios (CSIF) ha salido en defensa de la honrada agente enviando una carta a Miquel Buch, el consejero independentista de Interior de la Generalitat, en la que informa del señalamiento público con el que los mossos separatistas han atacado a su compañera.
Los indepes acusan a su compañera de tener “vínculos estrechos con la Guardia Civil”, como si colaborar con ellos para garantizar la seguridad de los catalanes y españoles fuera algo malo.
En concreto, los mossos independentistas que han llevado a cabo esta patética acusación han sido los autodenominados Guilleries, que ha compartido en Twitter una foto de la agente en cuestión.
Un ataque impermisible en el que acusan a la agente de “filtrar información a la caverna mediática” y de tener “estrechos vínculos con la Guardia Civil”.
“El hecho de publicar esta fotografía, señalar a nuestra compañera y facilitar sus datos podría suponer una infracción administrativa o, incluso, un ilícito penal, no sólo por constituir un presunto delito de revelación de secretos, sino por poder llegar a cumplir el tipo de los delitos de ocio o coacción”, señala en su escrito el Sindicato Independiente de Funcionarios.
“Ha vulnerado gravemente su intimidad y se compromete de manera grave su seguridad y la de su familia”, añaden desde el CSIF.
¿Hará algo al respecto el separatista Miquel Buch? Lamentablemente, la dejadez de funciones que ha demostrado el Govern de Torra hace pensar que el consejero de Interior de la Generalitat no moverá un dedo, la igualdad y el cumplimiento de la ley no le interesan lo más mínimo.