Losantos pierde la cabeza y ahora dice que ve comprensible que PP y Cs pacten con Sánchez

El locutor criminalizaba hasta hace unos días al presidente del Gobierno

Losantos pierde la cabeza y ahora dice que ve comprensible que PP y Cs pacten con Sánchez
Losantos pierde la cabeza y ahora dice que ve comprensible que PP y Cs pacten con Sánchez

El tortazo del 'trío de Colón' el 28 de abril ha dejado en estado de shock a la derecha mediática. Especialmente a Federico Jiménez Losantos, que hace algunas semanas promocionaba a Vox y ahora parece detestar al partido de Santiago Abascal. (María Teresa Campos ya tiene fecha de regreso tras dejar Mediaset)

El locutor ha dejado de criminalizar a Pedro Sánchez y dice que "si Casado hubiera ofrecido a Sánchez su abstención en la investidura para que el Gobierno del PSOE no tenga dentro comunistas ni dependa de separatistas no habría hecho más que reeditar la oferta de la Alcaldía de Madrid que PP y Ciudadanos hicieron a Carmona, candidato del PSOE, a cambio de que los suyos no la entregaran a Carmena, entonces Podemos. La oferta se la hicieron Esperanza Aguirre, por el partido más votado, que fue el PP; y Begoña Villacís, de Ciudadanos, a la que la horda podemitarra le escupió cuando fue a recoger su credencial de concejal junto a su hija". 

La estrella de Es Radio cambia de tono

Losantos dice que "lo absurdo es que Casado ofrezca a Rivera perdonar su abstención en vez de ofrecer la del PP, que hubiera sido lo coherente y el giro al centro típico de la derecha cuando quiere ganar en los despachos lo que pierde en el campo, y que se reduce a entregarse a la izquierda para que les perdone mediáticamente la vida y fabrique otro muñeco al que alancear. Después de Aznar, fue Rajoy ("no es no"); luego, Abascal, legitimado para debatir en TVE pero no para recibirlo en Moncloa; y ahora Lanzarote Rivera, que ocupa el sitio del peligro en la Mesa Redonda del rey Pedro Fraude I". 

Y asegura, oh sorpresa, que "nadie del centro, la derecha y lo que quede de izquierda nacional criticaría esa abstención de Ciudadanos y tampoco la del PP, por una razón aún más seria que la de Madrid hace cuatro años: el bien común; y no de un municipio sino de la nación y el régimen constitucional en que se encarna. Lo malo de no verlo como trámite o trágala patriótico sino como arma arrojadiza dentro de la oposición es que desmoviliza a los votantes de la derecha en un momento crucial: cuando se juega compensar o confirmar el triunfo del PSOE, pequeño en lo físico pero enorme en lo psicológico". ¡Y tanto!