Las mujeres del 'Don Juan' Laporta

Una camarera, la hija potentada de un dictador, una pornostar, una presentadora de TV y una chavalita figuran entre sus conquistas conocidas.

Las mujeres del 'Don Juan' Laporta
Las mujeres del 'Don Juan' Laporta

Escribía ayer Pilar Eyre en su blog de Lecturas: "Joan (Laporta) quiere ser de nuevo presidente del Barça, su bufete de abogados va viento en popa, se ha especializado en China, tiene dinerito, ha adelgazado, esta guapísimo… En lo único que no ha cambiado es en el tema mujeres: le siguen volviendo loco. Una amiga suya me dice: “Su estado ideal era casado con distracciones. Ahora siempre lo vemos con una distinta, cada vez más guapa, con las piernas más largas, más rubia y más extranjera”. Aunque se apresura a añadir: “Es la única debilidad de un hombre honrado”. Psst, pssst, acércate, Joan, por favor… Por si no lo sabes, María está libre".

"Casado con distracciones", dice Pilar Eyre. Que se lo pregunten a Constanza Echevarría, su única esposa y madre de sus tres hijos, que tuvo que compartirle con una, dos, tres, cuatro... hasta que el matrimonio se rompió. Joan Laporta, ex presidente del Barça, ex aspirante a líder independentista catalán y ex candidato a multimillonario a base de pelotazos rápidos, no sólo no se avergüenza de sus conquistas sino que presume de ellas. De todas. Desde la más humilde a la más ostentosa. 

Constanza era la hija de Juan Echevarría, ex presidente de FECSA, Nissan Motor Ibérica o Mutual Universal, el hombre que le financió su acceso a la presidencia del Barça y al que tuvo que pagar colocando a su hijo Alejandro, patrono de la Fundación Francisco Franco y conocido ultraderechista en Barcelona, dentro de una junta directiva de marcado cariz independentista. Constanza, que luego paderecía un tumor de ovario del que está felizmente recuperada, se cansó de compartir a su marido con otras mujeres y tras 20 años de matrimonio y tres hijos dijo basta y se fue a Londres en 2010 después de llevar varios años separados, aunque guardando las apariencias por sus hijos.

Flavia, la amiguita financiada por los socios

La primera mujer que irrumpió en la vida de Laporta, presidente del Barça y felizmente casado, fue Flavia Masoli. El Confidencial se hacía eco el 20 de diciembre de 2007 del distanciamientocada vez más público y que ya parece definitivo de su esposa Constanza Echevarría… Ya no es ningún secreto para los colaboradores más directos del presidente barcelonista que desde hace un tiempo ya no comparte su vida con su esposa. La separación es, por ahora, temporal y Laporta ya no vive en la casa de Sant Cugat y se ha instalado en un apartamento en Barcelona". Por esa época ya circulaban rumores acerca de una posible relación sentimental de Laporta con Flavia Massoli Teixeira, a la que colocó en el Departamento de Relaciones Públicas del club para que se ganara la vida. Aunque el entorno conocía al detalle esa relación, nadie se atrevió a hacerla pública.



El 15 de septiembre de 2009 el barcelonismo descubría que la ex empleada del FC Barcelona Flavia Massoli Teixeira citaba a los representantes legales del club a un acto de conciliación por una deuda contraída por la directiva y relacionada con su despido en julio de 2008. Flavia Massoli, a quien Laporta había protegido colocándola en el departamento de Protocolo y Relaciones Institucionales del club, fue despedida en 2008, en la época de la moción de censura planteada por Oriol Giralt, posiblemente para no dar pie a comentarios sobre su relación sentimental con ella que pudieran abrir así un nuevo flanco en el ya amplio repertorio de puntos débiles del entonces presidente.

Flavia Massoli, denunció ante la autoridad laboral amenazas del presidente de FC Barcelona, Joan Laporta, y de otros miembros de la directiva para que firmara su cese voluntario en la entidad en el acto de conciliación fallido celebrado este viernes con motivo de la demanda presentada contra el club solicitando el seguro de desempleo y los meses correspondientes al paro que no ha percibido desde julio del año pasado. Sus abogados insistieron en que ese ‘cese voluntario’ lo aceptó Flavia Massoli bajo presión como consecuencia de las especiales circunstancias personales de su situación, pues admitieron como un hecho de “dominio público silenciado” que mantenía desde hacía varios años una relación sentimental con Joan Laporta”.

Flavia era un estorbo para el presidente del Barça

Flavia fue invitada primero a iniciar con urgencia sus vacaciones de forma precipitada. Ningún empleado del club dudó en aquel momento de los motivos de esa decisión, pues era notoria, reconocida y prácticamente pública su relación personal con el presidente del FC Barcelona, Joan Laporta. De hecho, su ingreso en la plantilla del club se hizo forzando al límite los controles de admisión y selección de personal en aquel momento. Según algunas fuentes, el deterioro progresivo de esta relación y el horizonte de un periodo ‘electoral’ inminente, previo al voto de censura, aconsejaron una separación temporal y forzosa por temor a empeorar la imagen del presidente Joan Laporta en aquel momento. A la vuelta de esas vacaciones, Massoli se encontró con la obligación, según han explicado sus abogados, de firmar su propio despido del Barça sin derecho a indemnización ni paro”.

Su abogado habló de presiones: "llamadas de atención en su entorno del domicilio particular, alguien que se dirige a Flavia en su entorno particular en lugar de hacerlo en el centro de su trabajo, que le piden la dimisión ... Y cuando esto se hace constantemente y por determinadas personas... Estas presiones repercutieron en la salud física de la trabajadora ". Y hubo “llamadas telefónicas, ruegos y peticiones constantes... realizadas por el propio presidente del Barça, miembros de la junta directiva y por el responsable de su departamento".

Flavia y Laporta eran amantes 

Eran amantes. Se conocieron en el Hotel Arts, donde ella trabajaba de camarera. Y hubo flechazo. A los pocos días recibió una oferta de trabajo del FC Barcelona para su departamento de relaciones públicas. A diferencia del resto de personal del departamento, ella, brasileña, no dominaba ni el inglés ni el catalán, lo que generó muy mal rollo en torno a su persona y sus capacidades.  Muy pronto su contrato pasó a indefinido por deseo expreso del presidente. Su retribución, 2.541 euros del año 2006 pagados por los socios del Barça para que la amiga y favorita del presidente fuera feliz. Incluso solía acompañar al presidente en los desplazamientos del equipo, y muchas veces soportando la incomodidad de la presencia de Constanza Echevarría, la esposa de Laporta

"Laporta no le tiene cariño a nadie"

Flavia Massoli recibió diversas ofertas para explicar su relación sentimental con Joan Laporta. Algunas, como la de Interviú, pudo ser frenada por el entorno del presidente. Sin embargo, la ex empleada brasileña acabó finalmente apareciendo en el programa “Dónde estás corazón” de Antena 3. Allí confesó que “me vuelvo a mi país por miedo. Jan me ha cerrado muchas puertas”, añadiendo que ningún abogado en Cataluña quería hacerse cargo de su caso. Explicó que le conoció siendo camarera en el hotel Arts y que la colocó en el club en el departamento de protocolo. Reveló que le había comprado un coche y le había puesto un piso muy cerca del de su madre, desde cuyo balcón le hacía señas para comunicarle que ya había terminado de cenar y se dirigía hacia allí. Añadió que, para no ser reconocido por los vecinos, solía disfrazarse con gorros y gafas oscuras y desveló que cuando supo que iba aparecer en el programa le dijo: “Después de esta entrevista serás más famosa y una desgraciada”.

Entre otras cosas manifestó que “Laporta no le tiene cariño a nadie (…) Me ha presionado (…) La prensa conocía nuestra relación, pero él es un hombre de mucho poder”. Tanto, que los medios de comunicación catalanes apenas se hicieron eco de sus declaraciones. Lo que cada uno haga en su vida particular es absolutamente respetable y merece toda la privacidad del mundo. Sin embargo, el tema de Flavia Massoli trascendía de la intimidad desde el momento en que el presidente la colocó en nómina del club sin proceso previo de selección. Es decir, que entró en el club por un capricho expreso suyo y a la salud de los socios. El tema, por tanto, traspasaba el ámbito privado y se adentraba en el paisaje de la malversación de la propia entidad. 

"Tiene un amigo que le busca chicas para sus fiestas"

Dijo Flavia en la tele entre otras cosas: “Tiene un amigo que le busca chicas para sus fiestas después de los partidos”. Y salieron los nombres de Terelu Campos y Vicky Martín Berrocal. “Tuvo una relación con la hija del presidente de Uzbekistán”, lo que explica su afición por ese país. Descubrió que en ese momento mantenía una relación con una chica de 23 años de origen árabe, “una nacionalidad que no le gusta nada a él”, que trabajó también en el club en el departamento de marketing. Enseñó la habitación que compartía con él y su pijama favorito, “lo único que me queda de él (…) Lo que me ha hecho no se le hace a un animal”. Según explicó Flavia Massoli en Antena 3, la relación había durado cuatro años, en paralelo con su matrimonio, y dio a entender que al obtener la separación de su esposa Laporta prefirió “llevar vida de soltero y salir de fiesta con sus amigos” antes que atarse a otra mujer. Confesó que tenía miedo, por eso “me voy de España” y retó a su ex amigo porque “él tiene más motivos para temerme a mí que yo a él”, justificándolo por las conversaciones con gente importante y poderosa de las que ella había sido testigo. Igualmente afirmó que la prima hermana del presidente, Marta Segú, responsable entonces de la Fundació del club, la acompañó a un hospital para valorar la posibilidad de someterse a un tratamiento de fertilidad.

“Ser presidente del Barça me ha costado la familia”, había dicho Laporta. Tenía razón. 

Simona entra en escena

Pero la vida sentimental del presidente no era de andar por casa. Traspasaba ya las fronteras. No repuestos aún del asunto de Flavia Massoli y de su pelea con la última novia del presidente, la revista italiana “Novella 2000”, apuntaba a la presentadora italiana de televisión, Simona Ventura, como nueva amante del seductor Jan Laporta. Según dicho medio el romance se inició en las fechas de la final de Roma y continuó en Barcelona, cuando en plena rueda de prensa de presentación de Ibrahimovic, Laporta le lanzó varias indirectas de complicidad. 

Meses más tarde, la amiga del presidente se saltó todas las normas establecidas por el departamento de comunicación y, a diferencia de los demás medios de comunicación, tuvo acceso a las instalaciones de la Ciutat Esportiva para entrevistar Maxwell y Milito, a diferencia del resto de medios, a quienes les estaba vetada la entrada. Ella era una periodista especial. Era amiga del presidente, Miss Italia 1988 y cuarta en el certamen de Miss Universo. 

Paralelamente Flavia Massoli perdía el juicio por despido improcedente. El juez desestimó la demanda por un problema de forma, que no de fondo, al considerar que ésta había sido presentada fuera de plazo. Mientras eso ocurría, Massoli confesaba que a pesar de haber abandonado el club el 1 de julio de 2008, acompañó a la expedición del primer equipo del FC Barcelona que se desplazó a Estados Unidos en agosto de ese mismo año.

Gulnara Karimova, la 'princesa' de Uzbekistán

Laporta entendió que no podía perder el tiempo con camareras sin nivel dispuestas a vender sus miserias en la tele y le dio un cambio de rumbo a su vida picando más alto. Su siguiente presa la encontró en Uzbekistán. Laporta acudió a un desfile de moda en Milán organizado por Gulnara Karimova, la princesa de Uzbekistán, la hija del dictador de entonces en ese país, Islam Karimov, la misma que según Flavia Massoli también mantuvo una relación sentimental con Joan Laporta mientras estaba casado con Constanza. Allí se vio con Leo Messi y su padre, Fabio Cannavaro y Julio Iglesias.



Laporta y Gulnara mantenian en Suiza sus citas, dado que allí estaba la sede central de Zeromax, el entramado de empresas que dirigía Gulnara con mano firme. Zeromax era un holding de más de 40 empresas de gas, petróleo, logística, textil y minería, del que Gulnara es la principal accionista. El presidente del Barça mantenía una estrecha relación con una familia, la Karimov, y con un país, Uzbekistán, donde, según Amnistía Internacional, se vulneraban reiteradamente los derechos humanos y se practicaba la tortura.

Laporta ingresa cinco millones "sucios"

El diario británico The Observer denunció que los cinco millones que ingresó el FC Barcelona por medio de la relación de Laporta con la princesa de Uzbekistán "están sucios". De hecho a Laporta le dimitió la directora general del FC Barcelona, Anna Xicoy, por negarse a participar en este 'negocio'. De la misma manera que el presidente independentista Laporta tonteaba con la Fundación Francisco Franco, también lo hacía con el tirano Karimov y su hija, el mismo dictador que, según la versión de The Observer, hirvió vivos a dos disidentes en 2002 y ametralló en 2005 a cientos de ciudadanos en la vía pública por no compartir sus preceptos políticos.

Y Laporta encontró la fórmula de llenar sus bolsillos y los de sus jugadores, como comisionista, organizando excursiones exprés a Uzbekistán, de ida y vuelta, que dejaron 4 millones de beneficio neto. Según publicó el diario Gol en la época, cada jugador se llevaba 250.000 euros por limitarse a hacer acto de presencia durante unas horas y los 750.000 restantes se quedaban por el camino. “Además, Joan Laporta se llevó un millón y medio más por un acto en Tashkent para poner la primera piedra del futuro complejo deportivo de Bundyodkor y dejarse ver en un amistoso del equipo local y por los lugares más emblemáticos de la ciudad. Por allí fueron desfilando Messi, Puyol, Iniesta, Xavi, Cesc y Cristiano Ronaldo, controlados todos ellos por Laporta, que había encontrado un filón en Gulnara Karimova. Incluso se comentó en la época que la dica uzbeka llegó a prometerle que le regalaría uno de sus pozos petrolíferos.

Una mujer peligrosa a la que tenía controlada

Jan Laporta estaba cegado por el poderío de la atractiva Gulnara. Le preocupaba poco si en Uzbekistán se vulneraban los derechos humanos o se practicaban la tortura y el esclavismo. Él estaba hechizado por la belleza, el encanto y el glamour de la hija del tirano y por su capacidad para conseguir dinero fácil y en grandes cantidades. Gulnara era un gran 'fichaje'. Reconocida como una de las diez mujeres más ricas de Suiza. Nada que ver con la camarera brasileña. Además, tenía entre sus posesiones un club de fútbol, el FC Bunyodkor, al que los aficionados reconocían como "el equipo de la hija del presidente". Gulnara, además, presentó ante el rey de España sus credenciales como embajadora de Uzbekistán en España. 

A dos años de acabar su mandato presidencial, Laporta tenía prisa por aprovechar el tiempo y sacarle partido a su tarjeta de presentación, como presidente del Barça. En 2008 viajó a Uzbekistán, en donde fue recibido con honores de jefe de estado. Le pusieron un turbante y una capa dorados y él no cabía de gozo. Y eso que sabía que "si Gulnara te llega a percibir como un enemigo, la consecuencia es que se te criminaliza, te encarcelan, torturan e incluso matan". Él la tenía bien controlada y sabía que nada malo podía esperar. Además, era el presidente del Barça. De ella le gustaba su capacidad para convocar a su alrededor a todo tipo de celebridades: De Elton John a Julio Iglesias. De Putin a Clinton. De Ronaldo a Messi. Y por supuesto, él, Joan Laporta.

El pelotazo definitivo

Gulnara se había marcado como objetivo suceder a su padre en la presidencia, aunque un diplomático uzbeco que la conocía muy bien discrepaba: "Su plan es sacar todo el dinero que pueda de Uzbekistán y vivir una vida de glamour en Londres, Hollywood, Ginebra, Madrid y Barcelona". Y nada más glamouroso que enrollarse con el apuesto y simpático presidente del Barça. Con él mantuvo citas en Tashkent, Barcelona, Ginebra y Milán. Y a un año de acabar su mandato presidencial en el Barça, Laporta se dispuso a utilizar a Gulnara para consumar el pelotazo definitivo que tenía que dejarle con las espaldas bien cubiertas una vez acabada su vida de ensueño como presidente del Barça y una vez que quedara inactiva esa mágica VISA que le permitía moverse por el mundo alojándose en los mejores hoteles y comiendo en los más prestigiosos restaurantes. 

Laporta intentó aprovecharse de Gulnara para comprar el Mallorca a través de su bufete de abogados, Laporta & Arbós, con el fin de venderlo luego al capital de Uzbekistán aprovechando su posición como presidente del FC Barcelona. La comisión que se llevaba él por la operación era de cuatro millones de euros netos. La situación generó un terremoto en Barcelona que obligó a Laporta a echarse atrás cuando la operación estaba muy avanzada. 

Arrestada por su padre y en paradero desconocido

El dictador Islam Karimov murió en agosto de 2016 como consecuencia de sus excesos con la comida y la bebida. Pero antes ya tenía arrestada a su propia hija consciente de que le estaba haciendo a sus espaldas. La Fiscalía General de Uzbekistán la condenó a cinco años de cárcel por evasión de impuestos, extorsión y malversación de fondos, entre otros cargos.

El agente de futbolistas Bayram Titumlu sostiene que Laporta movió alrededor de 20 millones con actividades compartidas con Gulnara. Y asegura que de esos 20 millones sólo llegaron a las arcas del club 6. El resto, según esta versión, se fue al bufete de Laporta (10,1 millones), a los jugadores que participaron en los viajes y a los intermediarios que se movieron en aquellas circunstancias. Pero eso sólo era una propinilla en comparación con los mil millones de dólares que movió Gulnara en concepto de comisiones y sobornos con compañías de telecomunicaciones escandinavas y rusas que querían participar en el mercado uzbeko.

El fin de una fábrica de producir dinero

Han pasado los años y a día de hoy nadie sabe nada de ella. Ni siquiera su hijo, que está desesperado buscando a su madre. Sus redes sociales están cerradas, su familia no sabe nada de ella: “No entiendo cómo en el siglo XXI no pueden responder a la simple cuestión de dónde está mi madre”. Su hijo Islam, que vive y estudia en Reino Unido, donde ha pedido asilo: denuncia que su madre está secuestrada, incomunicada y sin representación legal. La madre de Gulnara, su exmarido y su hermana pequeña no han mostrado ningún interés por ella.

Y Laporta asistió perplejo desde la distancia al desmoronamiento de la fuente de ingresos más importante que pasó por delante de sus narices en su etapa como presidente del Barça.

"Los triunfos del Barça se celebran con mujeres, puros y champán"

Desaparecida la diva uzbeka, Laporta volvió a su rutina aterrizando de nuevo en el mundo real, ya sin turbantes ni capas, ni talones millonarios. Y aún disponía de la visa del club como presidente para celebrar por todo lo alto los triunfos del Barça en su cuartel general, la discoteca Luz de Gas. "Me da igual lo que piense la gente, sé lo que pienso yo. Sé que cada vez que me acuerdo de los triunfos del Barça, del 2 a 6, por ejemplo, tengo que celebrarlo. Y no se me ocurre una manera mejor de hacerlo que en buena compañía: mujeres, puros y champán". Pero champán francés. El cava catalán no era suficiente para un independentista como él. 

El fiestón de Luz de Gas

Aún se recuerda el fiestón en la discoteca Luz de Gas, desvelado por La Gaceta y encargado por Josep Pedrerol, según las investigaciones del propio Laporta, del que trascendieron unas imágenes en las que se podía ver a Laporta absolutamente desatado en la pista de baile. Allí estaba su amiga Vicky Martín Berrocal, asidua junto a su amiga Terelu Campos a las fiestas de Laporta tras los partidos, su íntimo Xavier Sala i Martín, y muchas chicas guapas, las que le buscaban sus ayudantes, según denunció Flavia Massoli, para adornar sus celebraciones. 



Según publicó en aquel momento el diario Marca, a partir del estudio de la empresa KPGM encargado por la nueva directiva de Sandro Rosell, el club se hizo cargo de una cuenta de 7.000 euros gastados en la discoteca esa noche. La auditoría  arrojó otros gastos de Laporta de 420.000 euros en joyas y relojes, así como un millón de euros en entradas para la final de Champions de Roma, donde el club consiguió su tercera Champions. El estudio también recoge que el catering del último partido de la liga 2009-2010 de Laporta ascendió a 42.000 euros.
 

"No hay que avergonzarse de pasarlo bien"

A él le importaba muy poco que todo aquello pudiera trascender. "Él se descojona de todo eso", dijo entonces un allegado suyo. "Jan es de los que piensan que no hay que avergonzarse de pasarlo bien. Y le da la risa cuando se ve en los periódicos con la panza al aire en la cubierta de un yate en Formentera". O como el día que trascendió su famosa fiesta celebrando una victoria ante el Real Madrid en Luz de Gas, el local regentado por Fede, el hermano de Xavier y Rosa María Sardá, donde llegaron a acusarle de estar tonteando con una menor. «Pero si tenía más de 20 y, lo mejor, era la hija de uno de sus mejores amigos, el directivo Sala i Martín. A la gente le gusta mucho hablar y elucubrar...".

Sin embargo, la filtración dejo muy preocupado a Laporta. En esa época Método 3 trabajó para el club, según se informó durante la investigación policial a la que se sometió la agencia a raíz de una denuncia que Alicia Sánchez Camacho, presidenta entonces del PP catalán, presentó contra la empresa de la novia de uno de los hijos de Jordi Pujol por haberla espiado en el restaurante La Camarga. Laporta encargó una investigación para conocer el origen de aquella encerrona.

Cuatro litros de champán de 100 euros la botella, por el suelo

El diario La Gaceta –“caverna mediática españolista”, según Laporta- se atrevió a ofrecer a sus lectores las imágenes de la jarana particular que se montó el entonces presidente del Barça en el local de moda de Barcelona. En las fotos se le veía empapado de alcohol, con una botella de champán francés en una mano, un puro en la otra y bailando desacomplejadamente con diversas señoritas en un local público a altas horas de la madrugada. Las informaciones hablaban de varias botellas de champán francés, a 100 euros la botella, desparramadas por la cabeza, algo que no liga ni con la preocupación oficial de Laporta por el hambre en el Tercer Mundo ni con su condición de fervoroso patriota catalanista. (El Real Madrid deja en evidencia al independentista Laporta en el entierro de Núñez)



 “Es una más de la caverna mediática españolista que no soporta que el Barça ganara al Madrid y vaya líder. Sacan toda su rabia para intentar desprestigiar y desestabilizar al Barça, pero no lo conseguirán”. Así se defendía Laporta. A pesar de estar realizadas en un lugar público, Laporta aseguró que las imágenes se obtuvieron “sin consentimiento, a traición y con el ánimo de desprestigiar”. Y sostenía que la publicación de las fotos vulneraba “el derecho a la intimidad en una fiesta privada y son una falta de ética profesional”. Lo que no decía es que nunca podía hablarse de fiesta privada en un local abierto al público. 

Sana Khouja y María Lapiedra

Luego llegó Mariona Sabaté. Flavia Massoli ya era historia, la explosiva periodista italiana Simona Ventura había dejado de interesar y su separación de Constanza Echevarría, un hecho. Apareció entonces en su vida una chavala de padre egipcio y madre marroquí. Se llamaba Sana Khouja y era de origen egipcio. Tenía 22 años (él 46) y había trabajado, casualmente, en el departamento de marketing del club entre junio y septiembre de 2007. Rubia y muy tierna, de 22 años, lejos de esconderla, Laporta la paseaba a su lado y a la vista de todos. La chica disfrutó del viaje de Champions League a Stuttgart y también se la vio en Madrid y en la fiesta de celebración de la Copa del Rey de baloncesto. En la línea de transparencia mostrada siempre por Laporta fue imposible saber si esos viajes los pagaba ella, él o el club.

Sana presentó una denuncia por agresión a Flavia Massoli, la anterior novia de Laporta, con quien se enzarzó en una pelea callejera en pleno Paseo de Gracia cuando ambas se cruzaron en mayo de 2009.  Luego varias rubias y morenas aparecieron junto a él en diversas fiestas y guateques, especialmente a bordo de un yate con el que suele dejarse ver surcando aguas de Ibiza y Formentera cada verano. Entre ellas estuvo María Lapiedra, que pasó fugazmente por su vida por un interés puramente comercial con el fin de animar la candidatura de su partido político Solidaritat Catalana. Lapiedra le dio resonancia a su proyecto con sus desnudos, sus canciones, sus vídeos y sus fotos provocadoras. (María Lapiedra: Porno, montajes, independentismo... y Joan Laporta)

Cantando 'Let it be' o 'Que Viva España! con Puigdemont

María Lapiedra acabó muy decepcionada con él: "me siento utilizada por Laporta", aunque después recurrió a él para que le llevara como abogado el caso de su divorcio. Pero María ya es historia. Laporta ya no es nadie en el fútbol, ni en la política. Aunque no ha perdido su condición de independentista al que se le puede ver en cualquier tinglado que se organice en favor de la ruptura catalana con España. En la Costa Brava, por ejemplo, junto a Pilar Rahola y compartiendo con Carles Puigdemont, cuando la justicia no le perseguía todavía, sesiones de música como la del vídeo en la que el ex presidente de la Generalitat canta, guitarra en mano, ''Let it be' ante la felicidad de los amigos allí presentes. Laporta el primero. En Cadaqués había fiesta y ahí estaba él. Y bien acompañado, como siempre. Lo de '¡Que viva España!' es un fake sobre la canción original que interpretó Puigdemont.