Las dudas del Caso Julen que siguen sin resolver

El juzgado de instrucción número 9 de Málaga busca ahora respuestas para todos los interrogantes

Las dudas del Caso Julen que siguen sin resolver
Las dudas del Caso Julen que siguen sin resolver

Aunque ha aparecido su cuerpo sin vida, el Caso Julen no ha hecho más que empezar. Muchos interrogantes quedan abiertos y muchos cabos sueltos en en las próximas horas, a medida que avance la investigación, obtendrán respuesta. 

Muchos interrogantes se abren desde que el pasado 13 de enero Julen Roselló, de dos años, se precipitara por el pozo maldito. Un juzgado de Málaga se está dedicando estos dias a poner orden en un puzzle con muchas piezas, pero todavía sin solución. Por ejemplo:

-¿Cómo cayó al pozo?

Se sabe que fue el domingo 13 de enero, a mediodía. El pequeño Julen Roselló, de 2 años, cayó accidentalmente mientras jugaba por un pozo de 107 metros de profundidad y unos 25 centímetros de diámetro.  La madre lo explicó así al Diario Sur: "Estábamos preparando una paella. Yo estaba echando leña al fuego y mi mujer cogió el teléfono para avisar de que no iba al trabajo. Ella estaba con Julen y me pidió que yo le echara un ojo mientras llamaba. El crío estaba a cuatro o cinco metros. Yo fui a coger un par de troncos y el niño echó a correr.Mi prima, que estaba más cerca, salió tras él y empezó a gritar '¡el niño, el niño!', temiendo que se tropezara".

Y el padre añade: "Aparté como pude las piedras y metí el brazo hasta el hombro, apoyando la cabeza contra el suelo, para tratar de alcanzarlo, porque no sabía la profundidad del pozo y creía que él estaba más cerca. Escuché llorar a mi hijo. Solo pude decirle: 'Estate tranquilo, papá está aquí y el hermanito nos va a ayudar". indicó. Entonces una prima suya "vio cómo Julen caía de pie por el agujero, con los brazos hacia arriba", algo que posteriormente ha sido confirmado por los forenses. 

-La llamada al 112

El delegado de Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, añade que "la posición del cuerpo determina que la caída libre llegó a unos 71 metros y se topó con un suelo de tierra". Como producto de los nervios, los padres, presas de pánico, no atinaron a llamar al 112 de emergencias y lo hizo una pareja de senderistas que pasaron por allí y se apercibieron del alcance de la tragedia.

-El origen del maldito tapón

El rescate tuvo que enfrentarse a un inesperado tapón compacto a 71 metros de profundidad que ralentizó mucho los trabajos. Se sabe que fue una caída libre y rápida, quedándose estancado el niño en el descansillo de los 71 metros y cubierto de tierra. El tapón sigue siendo un misterio, aunque parece imponerse la teoría de que lo formara el propio Julen en su caída desprendiendo tierra arenosa.

-¿Por qué estaba abierto el pozo?

El pocero, Antonio Sánchez, que abrió el pozo, jura y perjura que él selló el orificio y que luego fue modificado el aspecto del pozo. Pero aquí se produce una disparidad de criterios evidente porque el propietario de la finca, pareja de la prima de José Roselló, el padre del niño, sostiene que el pozo nunca estuvo sellado. "Estaba tapado con unas piedras que le pusieron ellos". Eso es lo que dijo el padre de Julen a Diario Sur: "Nadie quitó las piedras, pero se ve que no estaban bien puestas y Julen pisó y se coló entre ellas".

Este es uno de los puntos cruciales de la investigación que está siendo resuelto por las autoridades, que entienden que era obligación del pocero sellar completamente el pozo, ya que para realizar cualquier actividad en el pozo eran necesarios los permisos municipales que no estaban concedidos, según confirmó la propia Junta de Andalucía. También se investiga por qué el orificio se había rellenado hasta los 80 metros, como ha podido apreciarse una vez finalizada la Operación Rescate.

-Responsabilidad 

Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) tratan de reconstruir ahora los momentos previos al instante en el que Julen Roselló se precipitó al vacío. Algo está claro, no había ningún permiso de actividad del pozo, pero allí hubo movimiento. Con la información recabada por agentes de la Guardia Civil, el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga está buscando ahora las respuestas.

El pago del rescate

¿Quién cubre los gastos de 300 personas han trabajado por turnos y sin descanso con la ilusión de recuperar al chaval con vida?  Estamos hablando de ingenieros, técnicos, bomberos, psicólogos, voluntarios... a título individual, a los que hay que sumar 37 empresas e instituciones privadas que se sumaron a este rescate de manera inmediata y desinteresada. Precisamente el carácter desinteresado parece dar pie a pensar que que sólo las autoridades deberán hacer frente a los costes que sean absolutamente imprescindibles.

Los resultados de la autopsia

El Instituto Nacional de Toxicología de Sevilla espera tener en ocho o diez días los resultados de los estudios y análisis de las muestras del cuerpo de Julen, el niño de dos años cuyo cuerpo fue localizado sin vida casi 13 días después de caer en un pozo de la localidad malagueña de Totalán.

Así lo han asegurado fuentes del Ministerio de Justicia. La autopsia del cuerpo se practicó el mismo sábado por parte de cinco forenses y reveló la presencia de politraumatismos y traumatismos en la cabeza. Así, las muestras tomadas, como se hace habitualmente, servirán para ampliar los resultados preliminares de la necropsia y concretar más las circunstancias de la muerte.

La investigación sobre la muerte del pequeño se centra por el momento en determinar si hay responsabilidades penales relacionadas con ese agujero por el que se precipitó y las condiciones en las que se encontraba.

Tras incoar diligencias, el 14 de enero, un día después de la caída de Julen, el Juzgado de Instrucción número 9 de Málaga requirió a la Guardia Civil la información que dispusiera. Dicho cuerpo, en concreto el Servicio de Protección de la Naturaleza, remitió un informe que llegó a la instructora el día 17 de enero, con las gestiones realizadas hasta ese momento.

En ese informe, que incluye estudios urbanísticos de la zona, se indicaban las posibles infracciones en cuanto al pozo, como que las obras no contaban con autorización alguna, la ausencia de medidas de seguridad y los movimientos de tierra en la zona; así como las declaraciones testificales del que hizo la prospección y del dueño de la finca, en las que aparecerían "contradicciones", según las fuentes.