A la ‘revolución de las sonrisas’ y los ‘pacíficos’ ya no les cree nadie. En Barcelona, horas antes de rebotarse contra su líder Quim Torra, los periodistas que cubrían la información eran agredidos e insultados ante la pasividad de los Mossos d’Esquadra.
El periodista de Intereconomía, Cake Minuesa fue el enviado especial a Barcelona para cubrir todo lo que sucedía el 1 de octubre. Hace un año, los independentistas se rebelaron y decidieron votar de forma ilegal. Las represalias fueron duras, tras querer un Golpe de Estado, y quisieron recordarlo al grito de “Ni olvido ni perdón”.
Escupitajos e insultos
Cientos de manifestantes se encontraban a las puertas de la Bolsa de Barcelona y allí estaba presente Cake. Tuvo que abandonar la zona y no pudo realizar su trabajo, micrófono en mano, al ser increpado.
Escoltado por dos Mossos d’Esquadra se vivieron momentos muy tensos. Era un preámbulo de la tensión que se viviría, posteriormente, por las calles de Barcelona.
Botellas de agua que volaban, otros objetos que iban en dirección del periodista y escupitajos que se sucedían para tratar de alcanzarle. Tuvieron que llevarlo hasta un local más alejado y quitarle de la escena ya que allí no podía estar tranquilo.
Los antidisturbios aparecieron para evitar que la situación fuese a mayores y los radicales abandonaban a Cake Minuesa al grito de “Fuera las fuerzas de ocupación”. Una escena lamentable la que tuvo que soportar el periodista en Barcelona, durante la jornada del 1 de octubre.