El vicepresidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha tenido una enorme desvergüenza para hablar de las acusaciones formuladas por la Abogacía del Estado y la Fiscalía contra los líderes golpistas investigados y, en un acto muy hipócrita, ha comentado lo siguiente: "El Estado español es una vergüenza, que el poder judicial está comprado y que estamos hartos de acusaciones falsas".
Desde El Catllar (Tarragona), frente a la cárcel de Mas d'Enric, en la que se encuentra la expresidenta del Parlament Carme Forcadell destiló hipocresía con una vergonzosa rajada: "Convierten al Estado español en la vergüenza de Europa y en el único que persigue a una presidenta del Parlament por permitir votaciones", comentó tras saber la sentencia de la Fiscalía.
Artadi también le acompañaba
"Ellas no se cansan y nosotros no nos cansaremos. Ellas siguen comprometidas y nosotros seguiremos hasta la victoria", siguió comentando. En el discurso también estuvo la consellera de Presidencia, Elsa Artadi, y frente a unos manifestantes que le reclamaban abrir las cárceles, ha reivindicado a Forcadell y a la exconsellera Dolors Bassa.
Más propaganda independentista
A la misma hora, en Figueres (Girona) el conseller de Acción Exterior, Ernest Maragall, y la de Empresa, Àngels Chacón, han recordado a Bassa, encarcelada en el centro de Puig de les Basses.
Maragall, a su vez, ha comentado que las acusaciones son "un mensaje de miedo", pero que la convicción y seguridad del independentismo es fuerte y aumentará.
"Se han invertido los términos: hoy en el Estado español los delincuentes encarcelan a los inocentes", apuntó también con ‘veneno’ en sus declaraciones.