La CUP se salta la Constitución, apunta al Rey y pide que se le llame a declarar

La CUP reclama una medida anticonstitucional al pedir que el Congreso llame a declarar a Felipe VI por la supuesta participación de su padre en la venta de armas a Arabia Saudí.

La CUP se salta la Constitución, apunta al Rey y pide que se le llame a declarar
La CUP se salta la Constitución, apunta al Rey y pide que se le llame a declarar

El anhelo independentista catalán pasa por ensuciar la imagen de España y sus instituciones para justificar sus propósitos secesionistas. Y el Rey de España está en el punto de mira. Es el objetivo número uno sobre el cual basa su estrategia el separatismo. Dentro de esta estrategia de cuestionar la Monarquía hay que entender la petición que hoy ha hecho la CUP en el Congreso para llamar a declarar al Rey Felipe VI por su supuesta vinculación con la venta de armas a Arabia Saudí.

La CUP pretende que el Congreso llame a declarar al Rey Felipe VI en la Comisión de Interior para que dé cuenta de las últimas informaciones relacionadas con los supuestos sobornos que la Fiscalía Anticorrupción achaca a una empresa semipública española para conseguir contratos de armamento en Arabia Saudí.

La coalición antisistema vincula esa investigación con la supuesta mediación del Rey Juan Carlos con las autoridades saudíes y por eso ha anunciado que registrará en la Cámara Baja una solicitud de comparecencia de su hijo y actual jefe del Estado en sede parlamentaria, algo que la Constitución no permite. En concreto, pretenden que Felipe VI comparezca en la Comisión de Interior.

Por ello, todo apunta a que la Mesa del Congreso, el órgano encargado de aceptar o rechazar las iniciativas parlamentarias de la oposición, no lo admitirá a trámite con el argumento el Legislativo no puede controlar a la Jefatura del Estado, sino al Ejecutivo, como ha hecho en anteriores ocasiones con iniciativas relativas a la Casa del Rey.

En su momento la CUP ya dio pruebas de su desprecio al jefe del estado español rechazando la posibilidad de visitarle en la ronda de consultas para la investidura del presidente del gobierno. La CUP le dio plantón al Rey y lo justificó enviándole una carta en la que hacian constar que no estaban dispuestos a "perder el tiempo con él", basándose en "el daño que han hecho durante la historia en los paises catalanes".

Esta es la carta que envió la CUP a Felipe VI hace un mes

"Con esta carta declinamos su invitación a la consulta sobre la investidura del nuevo presidente del gobierno español. Teníamos muchas cosas a decirle, pero, precisamente, la investidura era de las menos importantes de todas.

Nos hubiera gustado hablar, para empezar, del mal que ha hecho su estirpe tan francesa como española en los Países Catalanes a lo largo de la historia, un mal que, desde Felipe V, nunca ha sido reparado. Felipe de triste memoria, que abolió las instituciones, reprimió el pueblo rebelde, que todavía le canta en contra, y comenzó la persecución de nuestra lengua. Seguramente, usted reina con el mismo nombre como mensaje que sus padres decidieron enviar a todos los catalanes y catalanas. Han pasado los siglos, pero no la función represora de la monarquía española contra nuestro pueblo.

Los asuntos turbios de la Monarquía

También podríamos hablar de la corrupción crónica que salpica a su familia, empezando por su propio padre, con una fortuna calculada de cerca de 2.000 millones de dólares, y siguiendo con su vergonzosamente absuelta hermana Cristina; los vínculos entre la monarquía y las empresas más importantes del Ibex 35; o la participación activa de la casa real en los negocios de venta de armas a dictaduras como la de Arabia Saudí. Todo ello, al fin y al cabo, señales de la continuidad profunda de los intereses representados por la corrupta dictadura franquista -a la que ustedes continúan otorgando títulos de nobleza-- gracias a su reconversión en monarquía parlamentaria; una continuidad que su padre desarrolló, sobre todo, como figura central del nuevo consenso a raíz de su protagonismo en el golpe de Estado del 23-F; un consenso que consistió, en gran medida, en lavarle la cara a la oligarquía política y económica del régimen, así como unas fuerzas represivas y judiciales intactas.

Podríamos hablar, igualmente, del aumento de la represión contra decenas de personas por el solo hecho de adoptar una posición contraria a la monarquía, que aunque después la mayoría terminen en absolución, porque son una muestra de la libertad de expresión ganada a pulso --como cuando se queman sus fotos--, obligan a pasar el trago del proceso por injurias a la corona. O también podríamos comentar por qué su popularidad está por los suelos, aún más después de que el 3 de octubre de 2017, cuando el pueblo catalán se sentía impresionado por las agresiones policiales, usted salió a avalar la represión y a decirnos que la unidad de España es el único valor que de verdad le interesa. En esto, usted y su padre han sido extremadamente fieles al dictador que les restituyó en el trono.

No pueden perder el tiempo con el Rey

Estos cuestiones son, muy probablemente, las que la mayoría de nuestro pueblo le comentaría, si tuviera la ocasión. Sin embargo, usted opta por rodearse, cuando viene a nuestro país, de aduladores de todo tipo, que utilizan su figura como mascota de un régimen caduco. Empresarios, políticos y periodistas cortesanos que distan mucho de representar los anhelos de nuestra sociedad, la que defiende, en su inmensa mayoría, la libertad de expresión, los valores republicanos y el derecho a la autodeterminación.

Pero una entrevista protocolaria no daba para tanto; en lugar de perder, pues, el tiempo con usted, hemos elegido celebrar un acto bautizado como "El pueblo quiere ser rey", que es una estrofa de un viejo himno del republicanismo catalán; ahí invitaremos a los movimientos sociales y las fuerzas de izquierda de la ciudad de Madrid. Nos parece mucho más pertinente explicarnos ante este auditorio, con quien compartimos solidaridades internacionalistas sociales y morales, que no hacerlo ante una persona rechazada por nuestro pueblo, como le demostró la pitada que recibió en desfilar por el paseo de Gracia de Barcelona a raíz de los atentados de agosto de 2017, así como cada vez que pisa nuestro país.

Visca los Países Catalanes! Independencia y república!"