El zasca de Cristina Pardo a Rufián que aún retumba en La Sexta

A Rufián no le parece bien que alguien se autoproclame presidente de Venezuela, pero sí que un descerebrado proclame la república catalana por libre.

El zasca de Cristina Pardo a Rufián que aún retumba en La Sexta
El zasca de Cristina Pardo a Rufián que aún retumba en La Sexta

Sucedió en el programa Liarla Pardo de La Sexta. Allí se llevó un repaso el "maestro" Rufián por sus deslenguados comentarios.

Acostumbrados a escuchar a Rufián y su acrácter faltón arreándole a todo lo que se mueve a su alrededor, esta vez se llevó un remendo zasca de la presentadora de La Sexta Cristina Pardo. (¡¡Dios los cría y ellos se juntan!! ¡¡Mejide también 'ficha' a Gabriel Rufián!!)

El zasca de Cristina Pardo a Rufián

La presentadora del programa no se quedó callada ante las salidas de tono de Rufián, que dijo:  "Siempre digo lo mismo de Nicolás Maduro, te puede gustar muy poco, pero es peligroso que un señor se autoproclame presidente y esto valga", refiriéndose a Guaidó. (A Borrell le basta una palabra para masacrar al golfo de Rufián)

Y se lo puso a huevo a Cristina Pardo, a quien le faltó tiempo para responder: "Ve mal que alguien se autoproclame presidente de Venezuela pero, ¿no ve peligroso que alguien se autoproclame presidente de una república?". (El hijo de Jiménez Becerril a Rufián: "¡Tus amigos, los asesinos de ETA, mataron a mis padres!")

Para Guaidó no sirve lo que sí sirve para Puigdemont

Zasca en toda la boca para Rufián, tan acostumbrado a hacernos comulgar con las ruedas de su molino. Esta vez quedó retratado y bien retratado. 

Es lo que tiene manipular e intoxicar arrimando el ascua a su sardina. Las contradicciones tienen estas cosas, que un descerebrado pueda proclamar la república catalana por la gracia de Dios obteniendo el aplauso de Rufián y que otro no se pueda rebelar contra la tiranía porque, parece ser, no está bien eso de autoproclamarse presidente. (Durísimo ataque de Pablo Hasel: ¡¡¡“Rufián es un caradura y un estafador”!!!!)

¡Qué cosas!